"Hay que ser tan valientes como listos"
Poderoso y de carácter fuerte, Rafael Márquez (Zamora, México; 1979) fue, según la denominación futbolística de quienes gobiernan las zonas calientes, el cacique de dos áreas en Stamford Bridge en la ida de la eliminatoria europea contra el Chelsea. Estuvo muy bien en el eje defensivo y participó en los dos goles del Barcelona: atacó la falta sacada por Ronaldinho que Terry peinó hacia su portería y acompañó el contragolpe que supuso el tanto de Eto'o hasta el punto de que el centro fue suyo. Marcelo Bielsa, cuando entrenaba al Atlas, mexicano, le citaba asiduamente para que, a sus 16 años, trabajara con los profesionales. Le llevó poco alcanzar la selección nacional y tampoco tuvo dudas cuando, a los 20, fichó por el Mónaco. Dos temporadas ya en el Camp Nou, es uno de los referentes azulgrana como pronosticó Bielsa: "Pocos tienen su capacidad para interpretar tácticamente las exigencias defensivas". Además, funciona en el ataque. Decisivo el curso pasado como medio centro, ahora triunfa como central: es contundente, acude oportuno al cruce, cabecea bien y alterna el juego en corto con los cambios de orientación.
"Debemos cuidarnos de que Makelele no se active. Es, de largo, el jugador más importante del Chelsea"
"Uno trata de proteger a Messi y luego le ve aguantar las patadas y continuar. Nos dio el ejemplo a seguir"
Pregunta. ¿Qué repercusión tendrá para el Barça la victoria conseguida en Londres?
Respuesta. El trabajo está por acabar. Queda un partido. Únicamente partimos con un gol de ventaja. Hay que ser precavidos.
P. La duda está en cómo afrontar el encuentro. ¿Hay que gestionar la ventaja o ir a ganar?
R. Si el Barça juega como lo hace normalmente, acabaremos la faena. El problema es que el Chelsea procurará que no sea así. Y cuenta con futbolistas muy rápidos, que juegan bien a la contra, hay que tener cierta cautela. El Chelsea tiene un juego muy particular: se defiende muy bien y en el ataque mata a traición; si le das una oportunidad, si cometes un error, te lo cobra.
P. Un estilo poco mexicano, si se atiende al tópico.
R. Cierto. Nosotros vamos de cara, a por el partido. Pero esta vez será mejor ser tan valientes como listos. Hay que ir a por ellos, pero atendiendo mucho al estilo Barça.
P. ¿Cómo se traduce tal afirmación, que parece contradictoria?
R. Cuidamos nuestro juego defensivo. Tomamos más preocupaciones de lo que se cree. Lo que ocurre es que buscamos rápidamente a los jugadores de arriba para que decidan y, como hay calidad, lucen mucho los delanteros.
P. No fue así en Londres, donde brilló más la retaguardia.
R. Esta vez podemos asumir más riesgos, pero con cautela. Hay que sufrir y luchar. Sabemos sufrir y luchar porque lo hacemos normalmente. Pero este partido lo exige más. Ni ellos están eliminados ni nosotros clasificados. Desde que terminó el primero, lo sabemos. Que nadie espere un paseo porque será un encuentro de mucho trabajo. Si disfrutamos, será al final.
P. ¿Un partido más abierto que el de la ida?
R. Depende de si se abre pronto o no con un gol. Tenemos que saber defendernos antes que atacar. Hay que evitar sus contras y cuidarnos de que Makelele no se active. Es, de largo, el jugador más importante del Chelsea. Allí no le dimos espacios atrás y cuidamos el balón, no se lo prestamos.
P. Supieron jugarle al Chelsea con sus armas y le tumbaron a balón parado y por alto.
R. Lo habíamos visto. Sabíamos que ellos sacan rendimiento de las jugadas a balón parado y no debíamos ceder faltas en la defensa, pero también sabíamos que sufren mucho en esas acciones cuando las conceden. Han recibido goles en esas jugadas. Por eso fuimos con fe cuando dispusimos de ellas.
P. Con la misma que se sumó usted en la del segundo gol.
R. Intuición. Pensé que era buena, que no la podíamos dejar escapar. Ni me preocupé de mirar atrás. Sabía que me cubrían
P. Centró con la izquierda.
R. Impresionante, ¿eh? El primer centro con la izquierda de mi carrera y gol. Hasta eso me salió bien. Terminé contento de mi rendimiento y me sentí cómodo jugando. Me gustó el partido.
P. El Barça se ganó el respeto de los demás rivales por su triunfo.
R. Creo que sí. Siempre se dijo que el Barça es un equipo con carácter y para ganar al Chelsea se necesita carácter. El Chelsea es un equipo duro, con pegada, y hay que ponerse a su altura para ganarle. A estas alturas del torneo, hay que ser competitivos y no tener dudas. Fuimos inteligentes. No fue nuestro mejor partido. No fue de toque, espectacular, sino de fuerza y mentalidad. Supimos estar.
P. ¿Se contagió el equipo de la valentía de Messi?
R. Uno trata de protegerlo y luego le ve aguantar las patadas, levantarse y continuar jugando. Nos dio el ejemplo a seguir. En este equipo se aprende de cualquiera. Todos aprendemos de todos. Ya es un grande y va camino de ser uno de los más grandes. No sé si Mourinho trata de jugar sus bazas acusándole de hacer teatro, pero no tiene sentido.
P. A diferencia del duelo pasado, Rijkaard ha respondido a Mourinho. ¿Le ha beneficiado al equipo?
R. Tal vez. Pero el míster no se presta a estas cosas por mucho que haya entrado un poco en el juego. Tendrá sus razones. Nosotros estamos suficientemente motivados. No lo necesitamos.
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