López Caro prescinde de Ronaldo
El entrenador del Madrid no convoca ni como suplente al máximo goleador de su equipo para enfrentarse al Atlético
El Madrid afronta esta noche su partido más dramático de la temporada con Raúl Bravo en el eje de la defensa y Ronaldo en su casa. El delantero no rezará el Padrenuestro junto a sus compañeros de vestuario antes del derby contra el Atlético. Su técnico, Juan Ramón López Caro, que suele dirigir la plegaria, ha dejado al brasileño fuera de la convocatoria. Es la primera vez que se pierde un encuentro sin estar lesionado.
Ronaldo es el máximo goleador del Madrid (10 tantos) y el jugador que acumula más remates. Desde hace cuatro años ha sido imprescindible. Además, su eficacia se ha multiplicado contra ciertos equipos. El Atlético la ha sufrido más que ninguno: le metió diez goles en siete partidos con la camiseta del Barcelona (tres en uno) y con la del Madrid (siete en seis).
El brasileño era el jugador con más poder del club, pero ya no cuenta con los apoyos de antes
Hasta hace un par de meses, Ronaldo era el futbolista con más poder dentro del Madrid. Pero cambió la directiva y ahora no cuenta con los apoyos de antes. Como López Caro es un extremado oyente de los ruidos que le llegan desde la presidencia, su decisión no se ha hecho esperar. Para él, eliminar a Ronaldo de la lista contra el Atlético ha sido una medida coherente con sus hábitos de trabajo y su sensibilidad. Nunca le gustó la actitud del jugador, pero se reprimió por el detalle de no ir descoordinado con su jefatura. Desde que manifestó que no se sentía querido por el público del estadio Bernabéu, le tiene en la mira. Aquel día, López Caro buscó el modo de borrarlo de la alineación contra el Arsenal. Se frenó porque supo que la junta había optado -tras un largo debate- por apoyar al suramericano. El ahora ex presidente, Florentino Pérez, insistió en darle la ocasión de que se redimiera ante la afición. Siempre lo consideró un activo estratégico, además del mejor goleador del mundo.
El actual presidente, Fernando Martín, nunca fue el más inflexible defensor de Ronaldo cuando la directiva se planteó su venta. Esta postura coincide con las opiniones que, desde el área deportiva del club, se vierten contra el brasileño últimamente. Fuentes del Madrid relacionadas con el área técnica señalaron esta semana que Ronaldo había sido uno de los culpables de la derrota en Mallorca porque no había bajado a recibir el balón al centro del campo.
Queda la duda de si López Caro quiere reservar al futbolista para el partido de Highbury, el miércoles, contra el Arsenal, o simplemente lo ha sentenciado. Ronaldo dijo que le dijeron que debía "descansar". No se conoce la versión técnica porque López Caro prefiere no dar conferencias de prensa y así no tener que dar explicaciones.
A López Caro, eso sí, le gusta la "intensidad". Repite esta palabra en cada entrevista y en cada charla táctica. A decir de su insistencia, la intensidad es casi tan esencial para él como la plegaria antes de cada partido. Mezcla de misticismo energético y devoción muscular, la intensidad se tiene o no se tiene. Lo que es evidente es que Ronaldo no es intenso, de la misma manera que Raúl Bravo sí lo es. Puesto a jugarse la temporada, es lógico que López Caro opte por sus futbolistas más apreciados.
Cuando imagina las virtudes de un jugador, López Caro piensa ante todo en la intensidad asociada a la velocidad. Del mismo modo que elige a Gravesen porque es más rápido que Helguera, pone a Diogo por delante de la defensa en caso de que el danés no pueda jugar. Con Bravo le ocurre lo mismo. Lo compara a Mejía y comprueba que el alicantino es más rápido que el madrileño. Resultado: en caso de duda, juega Bravo. Esta elección se ha repetido continuamente en la historia de López Caro: en el Madrid B, su central predilecto era Rubén. Un rayo que no paraba de chocar. Rubén nunca se asentó en otro equipo que no fuera el Madrid B.
Ronaldo es un velocista que soporta mal los esfuerzos intensos y prolongados. Lo suyo es la explosión instantánea. Sin embargo, López Caro ha procurado agotarlo en cada entrenamiento.
Cuando, tras jugar con su selección ante Rusia, perdió el avión y tuvo que pernoctar en el hotel Kimpinski, de Moscú, la suerte de Ronaldo estuvo echada. Le ocurrió el miércoles junto a Roberto Carlos, Robinho y Cicinho. Los cuatro pudieron entrenarse sólo una vez antes del derby. Sin embargo, el señalado fue Ronaldo. El miércoles, por la tarde, López Caro había manifestado sus dudas respecto a la veracidad de la explicación que le dio el brasileño: que una guía lo había conducido a la terminal equivocada.
"No creo que esté pagando los platos rotos de lo que ha pasado esta semana", dijo ayer Julio Baptista en una conferencia de prensa publicitaria; "va a estar muy descansado para el partido de Londres".
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