La imaginación liberada

Creo que si Schiller pudiera visitar estas exposiciones quedaría atrapado entre el pasmo y la fascinación. El pasmo, ante los cambios prodigiosos experimentados por esas máquinas que él consideraba responsables o cómplices de los procesos de alienación de la sociedad moderna. La fascinación porque las máquinas han terminado convirtiéndose en el principal medio o instrumento de acción de los artistas que están interpretando la apuesta del autor de Cartas de la educación estética del hombre por "el libre juego de la imaginación" como clave de la experiencia estética e inclusive como pieza central del proyecto emancipatorio de la sociedad moderna. Y es probable igualmente que ese Schiller, resucitado de golpe, no tendría dificultad en reconocer que la transformación sufrida por las máquinas -que ya no son sólo generadoras de energía sino moduladoras de información- ha cumplido un papel crucial en esa liberación de la imaginación a la que ahora se aplican nuestros artistas. La verdad es que muchos de estos artistas posmedia son tanto ingenieros como artistas y tanto artistas como activistas políticos y -en todos los casos- individuos conscientes de que sin un dominio suficiente de las tecnologías informáticas apenas podrían hacer lo que efectivamente hacen.

Resulta, sin embargo, muy difícil ocuparse en detalle de unas exposiciones como éstas, que sobrepasan largamente el espacio físico que les ha sido asignado porque exigen del espectador mucha más dedicación, atención y sobre todo mucho tiempo que las exposiciones de arte más convencionales.

Hecha esta salvedad, subrayo tres proyectos. El primero, 5volticore, es una máquina diseñada por Emanuel Andel y Christian Gützer, que se autodestruye mientras genera imágenes abstractas de color. El segundo, Wikimap, un proyecto de MediaLab Madrid y ARS Electrónica de Linz, que, según el ejemplo de Wikipedia, permite que los usuarios y los colectivos más diversos de la ciudad elaboren sus propias "cartografías cognitivas". Y el tercero es Persona, una compleja instalación interactiva de Concha Jerez y José Iges que deconstruye el modelo egocéntrico de subjetividad.