Digna despedida de Gutiérrez

Juan Jesús Gutiérrez, el gran veterano y abanderado español en la clausura, terminó el 22º en los 50 kilómetros de esquí de fondo. Era su digna despedida, camino ya de los 37 años. Diego Ruiz lo hizo tras él, a 39,8s del ganador, del italiano Giorgio di Centa, hermano de la vieja medallista Manuela. Gutiérrez cedió 31,5s, pero se hizo ver. Ambos justificaron su presencia, al margen de que un puesto por encima del 20º pueda parecer desechable. Pero en esta especialidad no lo es y dejar detrás a los alemanes Angerer, líder de la Copa del Mundo, y Sommerfeldt, al italiano Valbusa, al eslovaco Batory o a los noruegos Estil, Hetland y Andresen es un magnífico resultado. Detrás de éste, el 42º, acabó el tercer español, el joven Villarrubla, que tuvo una prometedora actuación en los 15 kilómetros.

Sólo la velocidad final, en un sprint masivo, superó a los dos mejores españoles. Pero estuvieron hasta ese momento entre los primeros. Gutiérrez llegó a liderar la prueba en los kilómetros 5,3, 12,6 y 16,2. Y, a diferencia del maratón, no lo hizo como un globero, que se escapa para hacerse ver y luego se desfonda. El cántabro, undécimo en los Mundiales de 2003 -los últimos de estilo libre, de patinador, como ayer, el que le va- habría necesitado más dureza en el trazado, pero cumplió: "Medallas sólo hay tres, pero estaremos ahí".

Ellos sí se ganaron su presencia en los Juegos, la eterna discusión sobre si merece la pena la de otros deportistas aunque tengan las mínimas de clasificación. Se puede aprender en muchos sitios antes de dar el salto. La federación no pone sus mínimas particulares, para que los españoles no vayan a superar apenas a los participantes de los países tercermundistas. El CSD tendría que exigirlo.

España ha traído a 16 deportistas y con media docena habría estado mejor. No es discutible que hayan venido María José Rienda, por supuesto, aunque le saliera mal, y Carolina Ruiz, aunque sus posibilidades de medalla fueran casi nulas. Y especialistas de snowboard como Jordi Font, que rozó el podio con su cuarto puesto en el cross, o de la benjamina Queralt Castellet, que promete en el half-pipe. Pero sí lo son otras.