El presidente tilda de "indecente" al PP por utilizar a las víctimas

El presidente del Gobierno se enfrentó ayer duramente con el portavoz del Partido Popular en el Senado, Pío García Escudero, cuando éste le acusó de estar marginando a las víctimas en la búsqueda del fin del terrorismo. "Me produce, a mí, rubor moral hablar en nombre de las víctimas del terrorismo", dijo José Luis Rodríguez Zapatero. "El mayor respeto a las víctimas es que las escuchemos y las apoyemos, y no que usemos su nombre en el debate político, porque es indecente", reprochó Zapatero al PP.

La pregunta del senador popular, dentro de la sesión de control al Gobierno en la Cámara alta, se refería a la valoración que el Ejecutivo hacía del Congreso de Víctimas del Terrorismo celebrado a principios de la semana pasada y al que Zapatero no acudió.

Tras declarar que "no se puede buscar una paz al margen de las víctimas", García Escudero recordó al presidente que "su partido ha permitido que en el Parlamento vasco se vote la no derrota de ETA", en referencia a una declaración aprobada en la Cámara de Vitoria en la que se pedía una paz "sin vencedores ni vencidos". "Tiene que haber vencedores y vencidos", dijo García Escudero. "Hay que vencer al terror". Para el PP, nada se ha movido en cuestión antiterrorista. "ETA está exactamente donde estaba", dijo el portavoz, "mientras usted está alentando un proceso que no controla".

Zapatero atacó entonces a la oposición diciendo que en las cuatro décadas de terrorismo en España "sólo ha habido una constante que ahora se ha roto: por primera vez un partido hace oposición con el terrorismo, interpela y plantea cuestiones en esta Cámara". Sobre los aplausos de los senadores socialistas y las protestas de los populares, y tras una interrupción del presidente del Senado para pedir silencio, Zapatero concluyó: "Nunca había habido una oposición que planteara constantemente en la Cámara la lucha antiterrorista. No es bueno para la democracia y no será bueno para ustedes".

Desprestigio de Cataluña

La sesión la había abierto el senador Carles Josep Bonet, del grupo Entesa (los partidos que forman el Gobierno de Cataluña), quien preguntó al presidente por las relaciones con la Generalitat. En su opinión, existe una campaña de desprestigio de la Generalitat, acentuada por el pacto entre Zapatero y Mas sobre el Estatuto. A esto añadió: "No podemos tolerar que miembros de su Gobierno chuleen al presidente de la Generalitat".

Zapatero repicó que, en el proceso de reforma del Estatuto catalán, "es absolutamente imprescindible que los dos partidos mayoritarios [PSC y CiU] estén de acuerdo". A partir de ahí, "Cataluña merece que todas las fuerzas políticas estén a la altura de las circunstancias, que pensemos en un horizonte de 20 ó 25 años" y no en las próximas elecciones.