Fallo garrafal y dimisión de un técnico checo

En la prueba de relevos 4x10 kilómetros ocurrió un hecho insólito. El preparador del equipo checo tuvo que dimitir. Tenía sus motivos: un curioso desastre técnico. El extraño hundimiento final de su equipo fue porque se equivocó en el nombre del último relevista y puso en la lista de salida a un velocista que estaba durmiendo. Tuvieron que llamarle a toda prisa y, cuando aún tenía en el tercer relevo alguna esperanza de acercarse incluso al bronce, el recién despertado Kozisek cayó, despistado y sin fuerzas, al noveno puesto.

Una competición en la que, tras la enorme movida nocturna de cinco horas con la policía, también participó el equipo austriaco, pero fue eliminado al perder una vuelta tras ser cazado su tercer relevista por el líder de la prueba. El italiano Pietro Piller Cottrer encaminaba entonces ya a su país a otro triunfo histórico sobre los centroeuropeos y nórdicos, esta vez Alemania y Suecia, después de haber humillado a Noruega en su casa en Lillehammer 1994.

La prueba fue en condiciones muy duras, las mismas que aplazaron a hoy el supergigante femenino, en el que participará María José Rienda, aunque tenía previsto marcharse a una última concentración fuera de Sestriere antes de su única y decisiva baza, el gigante del viernes. También se disputará el gigante masculino con los austriacos Maier y Raich, los estadounidenses Miller y Rahlves, el italiano Blardone y el finlandés Palander.