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Improvisación y prisas llevaron a Terra Mítica a la suspensión de pagos

Las actas sobre las obras de construcción revelan el descontrol en el parque temático

La improvisación y las prisas para levantar Terra Mítica en tiempo récord (algo más de dos años) acabaron por llevar al parque temático de Benidorm a una suspensión de pagos que el Consell confía en poder levantar en el plazo de un mes, después de pactar con los acreedores. Las actas sobre la construcción de las atracciones de Terra Mítica revelan el descontrol existente que hizo que, pese a las presiones por acabar contrarreloj algunos de los espectáculos acuáticos, no estuviesen listos a tiempo.

"Se trabaja con hechos consumados y habrá que buscar ahora un tratamiento para la estructura para no tener que devolver toda la estructura. El mantenimiento será mucho más grande, el coste más alto". Así se expresaba el 14 de marzo de 2000 la representante de Global Gerencia de Atracciones hablando de la ejecución de una de las atracciones acuáticas de Terra Mítica.

El parque abrió el 27 de julio de 2000 con una inauguración por todo lo alto en la que el entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, y el director general de Terra Mítica, Miguel Navarro -hoy encargado de impulsar la construcción del Ágora y los rascacielos diseñados por el arquitecto Santiago Calatrava en la Ciudad de las Ciencias-, acompañaron al Príncipe Felipe. El anuncio oficial de entonces era que Terra Mítica facturaría en 2005 un total de 15.000 millones de las antiguas pesetas y la gallina de oro empezaría a poner huevos. Sin embargo, ese caluroso día de hace cinco años ya se anunciaba que la apertura de El rescate de Ulises se posponía hasta la segunda temporada y que Los rápidos de Argos o Las sorpresas de los dioses tardarían unos días en entrar en funcionamiento. Las previsiones de éxito dejaron paso a una suspensión de pagos por importe de 215 millones de euros y algo más de medio millar de acreedores, entre los que destaca la propia Generalitat, las entidades financieras, las constructoras que participaron y, curiosamente, clubes de fútbol.

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