El PIB dispara los beneficios bancarios
Por primera vez, el Santander se distancia del BBVA en resultados, pero no en rentabilidad
Las cinco grandes entidades financieras españolas -el grupo Santander, BBVA, La Caixa, Banco Popular y Caja Madrid- ganaron el año pasado 13.240 millones de euros, una cifra récord que supera en un 52% la conseguida en 2004.
La buena marcha de la economía ha sido la clave para superar los dos billones de las antiguas pesetas en beneficios. El producto interior bruto creció 3,4% en 2005 y acumula 14 años de subidas continuadas. Tras el bajón de los años 2001 a 2003 (crisis de las puntocom, telecos y Latinoamérica), las entidades financieras han regresado a tasas superiores al 25% con su negocio típico.
Este año, las claves han sido la fortaleza del negocio doméstico (sobre todo hipotecas, que crecen al 20%), los beneficios por operaciones financieras por el buen momento de los mercados, la aportación de las filiales iberoamericanas y las ganancias extraordinarias conseguidas con la venta de participaciones empresariales.
El Santander ha ganado 2.400 millones más que el BBVA por la venta de empresas, el Abbey y el negocio en Europa
Las hipotecas, la venta de participaciones y las operaciones financieras han hecho que los cinco grandes ganen 13.240 millones
Precisamente la reorganización industrial permitió a La Caixa ganar un 83,21%, hasta los 1.495 millones. La entidad vendió participaciones de Banco Itaú, Panrico y Colonial, entre otras empresas, y subió su actividad comercial un 19,4%.
El Banco Popular, en cuarta posición por beneficios, incrementó sus resultados un nada despreciable 34,75%, tras ganar 877,75 millones. La entidad se ayudó por las menores dotaciones a provisiones por las nuevas normas contables y, sobre todo, la gran fortaleza del negocio doméstico, que se elevó un 21,7%.
Caja Madrid fue la entidad de las cinco que registró un crecimiento más moderado, el 17,1%, ya que no tuvo plusvalías añadidas y además hizo una dotación extraordinaria para sanear todo el crédito concedido al Parque Warner de Madrid. El negocio creció un 21,6%.
Pero el duelo más esperado está en la cumbre, entre los dos grandes: el Santander y el BBVA. La entidad presidida por Emilio Botín consiguió unas ganancias jamás vistas en una empresa española, 6.220 millones, un 72,5% más, y sobrepasó por primera vez más la barrera del billón de pesetas. El BBVA logró 3.806 millones, un 30% más.
El motivo de esta diferencia es la compra del Abbey (que consiguió 800 millones) y, sobre todo, las fuertes plusvalías por la venta de sus participaciones en Unión Fenosa, Royal Bank of Scotland y Auna. La liquidación de estos paquetes le proporcionó unas plusvalías contables de 2.229 millones. De éstos, 1.000 millones fueron a la cuenta de resultados y el resto a pagar las prejubilaciones y los gastos extraordinarios del Abbey. Sin esta ayuda, el beneficio del Santander hubiera crecido un 44,5%, y sin el Abbey, un 22,5%, en línea con la gran banca.
Pero lo más relevante ha sido la diferencia marcada en resultados frente al BBVA, que no contó con ventas extraordinarias. El Santander ha ganado 2.400 millones más que su rival, que se ha reflejado en el valor bursátil, aunque el BBVA sigue siendo más rentable en relación con los activos invertidos. Si descontamos la venta de participaciones, la diferencia es de 1.400 millones. Ésta es la diferencia entre un grupo y otro, cuando el año pasado era de unos 700. Es decir, el Santander ha doblado su distancia.
¿Cómo se explica esta diferencia? De los 1.400 millones, 800 corresponden al británico Abbey. Es decir, quedan 600 millones, parte de los cuales se deben a la división de Santander Consumer, la unidad de créditos al consumo de Europa, que ya gana casi 500 millones, y a la filial portuguesa. El BBVA no tiene ninguna de esas dos divisiones.
En donde está más fuerte la entidad presidida por Francisco González es en Latinoamérica. En 2004, el BBVA ganó 275 millones menos que su rival, pero en 2005 le ha pasado al lograr 44 millones más. La razón de este cambio es México, la principal inversión del BBVA, que ha ido mejor que Brasil, la apuesta del Santander.
En valor bursátil, el Santander lleva la delantera con 75.240 millones de capitalización, un 33,7% más que los 56.254 millones que vale el BBVA. En este capítulo, el primer banco se ha ayudado mucho por la ampliación de capital de 13.000 millones que realizó hace un año para comprar Abbey. Casi el 50% de lo que ha subido en Bolsa entre 2003 y 2005 procede de esa aportación de capital. En este periodo, el BBVA se ha revalorizado en 16.000 millones, de los cuales sólo 2.100 millones es nuevo capital de los accionistas.
Por último, cabe recordar que el Santander tiene un tamaño de 800.000 millones, el doble que su competidor, pero no gana dos veces más, por lo que es menos rentable que el banco vasco.
El BBVA fracasa dos veces en su intento de entrar en Europa
La diferencia de beneficios (2.400 millones de euros) y de capitalización bursátil (19.000 millones) entre el Santander y el BBVA sería mucho menor si la entidad contara con un banco en Europa. Sin embargo, ésta ha sido el verdadero talón de Aquiles de la entidad presidida por Francisco González.
Las dos intentonas han sido en Italia. La primera fue en plena fusión del BBV con Argentaria, cuando se negoció la alianza con Unicredito. Precisamente, para aportar más activos italianos a esa unión, el BBV compró una participación en la Banca Nazionale del Lavoro (BNL), protagonista del segundo asalto. En 2002, Francisco González anunció que realizaría una compra en Europa "desde el asiento del conductor". Hace un año, el banco se lanzó a por BNL. Tras una primera opa fracasada, se abrió una segunda oportunidad hace dos semanas. El BBVA ofrecía 2,70 euros por acción a la aseguradora Unipol, dueña del paquete de control. Cuando parecía que iba a cerrar la compra, apareció BNP Paribas, el segundo banco francés, y firmó un acuerdo de adquisición de BNL tras ofrecer 2,92 euros.
La prensa italiana habló de "vacilación" y "falta de reflejos del BBVA". La entidad se refugió en dos argumentos: el primero, las plusvalías contables de 600 millones al vender el 15% que tienen en la BNL. Pero las plusvalías reales, la diferencia entre lo que ha aportado y lo que va a recibir, son unos 218 millones. La segunda razón fue "que la compra no generaba valor desde el primer momento". Los analistas no lo dudan, pero consideran que hay que valorar el coste de oportunidad. Perdida la BNL, la presión aumenta sobre el BBVA, que quizá mire a California.
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