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Un enfermo mental se atrinchera en Llíria para no ir a un psiquiátrico

Efectivos de la unidad especial de intervención de la Guardia Civil procedentes de Madrid se personaron a las 20.00 en la calle de San Antonio de Llíria. Desde las 15.00, agentes del instituto armado, policías locales y personal sanitario con varias ambulancias aguardaban a las puertas de una de las viviendas. Un hombre de 56 años, con una enfermedad mental, se atrincheró en la vivienda cuando al abrir la puerta se encontró que un juez y un forense, acompañados de dos guardias civiles, querían darle entrega de dos órdenes de traslado: una para él a un centro psiquiátrico y otra para su madre, de 80 años, a una residencia.

La reacción del enfermo fue inicialmente detonar un arma contra los agentes, sin que nadie resultara herido. Y después amenazó con matar a su madre si alguien se atrevía a entrar. Los efectivos de la Guardia Civil mantuvieron vigilancia y evitaron actuar hasta que los especialistas tomaran la situación para evitar incidentes.

Al cierre de esta edición, los efectivos desplazados a la zona ampliaron el cordón de seguridad en los alrededores de la casa para iniciar una intervención controlada dirigida por los especialistas. El subdelegado del Gobierno, Luis Felipe Martínez, se desplazó también al lugar para seguir la evolución de los hechos. Las primeras hipótesis sobre la actitud del hombre apuntaban a un rechazo a abandonar la vivienda y a ser separado de su madre. El juzgado ejecutaba la orden de ingreso para ambos para garantizar la seguridad de madre e hijo y una atención adecuada a su situación.

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