Encontrado un hombre degollado y maniatado en su piso de Móstoles

Hugo César Serrano Blanco, de 36 años, fue hallado muerto ayer por su compañera sentimental, Gloria Patricia Espinosa, en una habitación de la vivienda que ambos compartían en Móstoles.

La víctima, que estaba atada de pies y manos y tenía puesta una bolsa de plástico en la cabeza, llevaba muerta entre cuatro y seis días, ya que presentaba un avanzado estado de descomposición, según fuentes policiales. Había sido degollado.

El macabro hallazgo se produjo sobre las seis de la tarde, cuando Gloria Patricia Espinosa regresó a su domicilio después de haber pasado una temporada en su país de origen, Colombia.

Cuando la mujer entró en la vivienda, en el piso 8º C del número 4 de la calle de Versalles, un hedor la sorprendió. Comenzó a recorrer toda la estancia hasta que halló muerto a su compañero encima de la cama, en una habitación. Estaba hinchado por la descomposición y en medio de un gran charco de sangre, ya seca.

Fue ella misma la que avisó al teléfono 061 del Insalud y a la policía. Cuando llegaron los facultativos de un vehículo de intervención rápida (VIR), sólo pudieron certificar la muerte, según una portavoz de Emergencias 112.El plan elaborado por el equipo de Gallardón no especifica plazos de aplicación de las diversas medidas propuestas ni el coste de las mismas. En resumen, son las siguientes:

- Aparcamientos. Estacionar el coche en el centro será cada vez más caro y difícil. Al dejar el vehículo en una zona regulada por parquímetros (SER), será necesario, por ejemplo, teclear la matrícula del vehículo para así obtener el tique. Eso impedirá que los automovilistas puedan obtener nuevos boletos sin mover el coche de barrio.

La zona SER será ampliada y se reducirá el número de plazas en algunas calles, como por ejemplo en la de Serrano, donde se construirán tres nuevos aparcamientos subterráneos en una fecha aún no precisada: dos a ambos lados del cruce con la calle de Goya y el tercero a la altura de la calle de María de Molina.

El Ayuntamiento pretende crear una red de aparcamientos disuasorios en puntos clave de la ciudad donde los ciudadanos tengan cerca alguna conexión con transporte público, con lo que se podrá ir en coche hasta estos puntos, dejar su vehículo allí y realizar el resto del trayecto en autobús, metro o tren. El Consistorio sólo ha precisado la ubicación de uno de ellos: estará junto a la M-40, cerca del estadio de La Peineta.

- Zonas de emisión baja. El Ayuntamiento de Madrid ha decidido prohibir a partir de 2008 la entrada de los coches más contaminantes al centro de la capital. La medida se aplicará a aquellos vehículos que no cumplan la normativa de reducción de emisiones (Euro 1), por lo general, aquellos coches anteriores a 1993 (el 10% del parque madrileño). La prohibición se ampliará a otras zonas y a más coches si en 2010 no se ha reducido la contaminación.

En general, no cumplen esa normativa los turismos y vehículos pesados anteriores a 1993, los vehículos ligeros de mercancías anteriores a 1994, las motocicletas anteriores a 1999 y los ciclomotores anteriores a 1997. Inicialmente, esta restricción se limitará a la zona 1 (centro histórico), y de ser necesario se extenderá a la zona 2 (las llamadas rondas), y finalmente a la zona 3 (todas las calles comprendidas dentro del anillo de la M-30).

- Carga y descarga. Se establecerá un nuevo sistema. Para ello se han iniciado conversaciones con los comerciantes. Habrá plazas específicas para la carga y descarga en las calles y un horario que dependerá de las necesidades de cada zona. Además, se reforzará la vigilancia de estas zonas con agentes de tráfico.

- Transporte público. El Ayuntamiento se compromete a mejorar el transporte público para incentivar su uso. Habrá más conexiones con los polígonos industriales, mayor frecuencia de paso y nuevos abonos. Habrá billetes que permitirán usar el metro y el autobús con un solo tique, siempre que éste sea utilizado dentro de un determinado plazo de tiempo. Y las empresas, por ejemplo, podrán disponer de abonos para que sus empleados se desplacen. Se implantará un bono taxi para las personas con movilidad reducida que vivan en las zonas restringidas al tráfico.

- Ampliación del carril-bus y bici. En Madrid hay 100 kilómetros de carril-bus. El Ayuntamiento se compromete a seguir poniendo bordillos separadores para mejorar el tránsito de los autobuses. Se harán 30 kilómetros más en un año. Paralelamente se completará el carril-bici que rodea la ciudad.

- Energías no contaminantes. Se fomentará el uso de combustibles limpios. El Ayuntamiento implantará en toda su flota de autobuses -más de 2.000 vehículos- combustibles de hidrógeno u otras energías similares. La implantación de estos combustibles también se fomentará en los taxis. Con este gremio ya se mantuvieron contactos a raíz de la candidatura olímpica y, según el Ayuntamiento, se mostró "receptivo". También se estudia crear paradas fijas de taxis donde recoger a los viajeros, y evitar así que circulen por la ciudad sin ir ocupados. El Ayuntamiento reducirá las tarifas de aparcamiento de los vehículos ecológicos, y estudia la posibilidad de que puedan aparcar gratis en las zonas de servicio de estacionamiento regulado (SER).

- Beneficios fiscales.

El Ayuntamiento de Madrid propone que los vehículos más ecológicos, con combustibles menos contaminantes y motores más eficientes, tengan una bonificación de hasta el 75% en los impuestos sobre vehículos de tracción mecánica. También tendrán rebajas sobre el IBI aquellas comunidades de vecinos que apliquen energías renovables, tales como paneles solares.

- Nueva red de mediciones. El actual sistema de vigilancia de contaminación atmosférica municipal está constituido por 27 estaciones. Los partidos de la oposición y los grupos ecologistas aseguran que, al tratarse de viejas instalaciones, su ubicación no es la más idónea. Ayer, el Ayuntamiento anunció que la actual reglamentación sobre evaluación de la calidad del aire obliga a diferenciar cada contaminante. Se remodelará toda la red de mediciones y se establecerán estaciones para medir cada contaminante. Las partículas en suspensión, el gran problema de la capital, serán controladas en las estaciones de plaza del Carmen, Marqués de Salamanca, Vallecas, plaza de Castilla, Arturo Soria, General Ricardos, Moratalaz, paseo de Pontones, calle de Alcalá y Casa de Campo.

El dióxido de nitrógeno se controlará en las estaciones de Gregorio Marañón, Marqués de Salamanca, Cuatro Caminos, Vallecas, Arturo Soria, General Ricardos, Moratalaz, paseo de Pontones, calle de Alcalá (final) y Casa de Campo.

Hasta ahora, el Ayuntamiento efectúa una media de todas las estaciones para establecer los niveles de contaminación. Medio Ambiente discrepa y asegura que cada vez que una estación supera el límite de los contaminantes, debe considerarse una señal de alarma.