Empresas del Ibex 35 preparan una crítica conjunta al 'Código Conthe'

Varias compañías españolas del Ibex 35 preparan un documento conjunto en el que sintetizarán su oposición a las recomendaciones de buen gobierno recogidas en el proyecto de Código Unificado elaborado por un equipo coordinado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El objetivo es agrupar a todas las cotizadas del Ibex y que la Sociedad de Bolsas, que preside Antonio Zoido, haga suyo el documento para presentar la posición común ante el regulador. Las empresas consideran que el Código Conthe, anunciado el 16 de enero, es "muy reglamentista" y "coarta la libre empresa".

Tras la publicación del borrador del Código a mediados del mes pasado, media docena de compañías del Ibex 35 acordaron coordinar una posición conjunta en contra del mismo. En la actualidad, los secretarios de los consejos de ocho compañías trabajan en la redacción de un documento que presentarán ante la CNMV antes de que expire el plazo de pública consulta al proyecto, que expira el próximo 28 de febrero.

El objetivo de la iniciaciativa, de la que forman parte los dos grandes bancos, Santander y BBVA, Telefónica, Repsol YPF, Endesa, Iberdrola, Ferrovial y PRISA (editora de EL PAÍS), entre otras, es recabar la adhesión de las 35 compañías del Ibex y encomendar a Antonio Zoido, presidente de la Sociedad de Bolsas, la presentación de la posición conjunta.

Las compañías argumentan que el proyecto de Código Unificado, cuyo objetivo es "armonizar y actualizar" las normas de los dos informes de buen gobierno de las empresas anteriores (Olivencia y Aldama), "está elaborado desde un punto de vista teórico y falta el de las empresas", según fuentes de las empresas promotoras. De los 13 miembros del equipo que ha realizado el Código, además de Manuel Conthe, cinco proceden de la Administración: Soledad Núñez (directora general del Tesoro), Carmen Tejera (Ministerio de Economía y Hacienda), Pilar Blanco y Joaquín de Fuentes, (Justicia) y José Manuel Gómez de Miguel (Banco de España). Como representantes del sector privado figuran Jesús Caínzos (ex vicepresidente del BBVA), Ana María Llopis, Cándido Paz-Ares, Aldo Olcese y Vicente Salas. A propuesta de Conthe se incorporaron José María Garrido y Enrique Piñel, expertos en la UE.

Argumento falaz

Las empresas críticas tachan el proyecto de "excesivamente reglamentista", puesto que establece 74 recomendaciones en un documento de 33 páginas con un grado de detalle "muy prolijo". El Código será de cumplimiento voluntario, pero las empresas señalan que se trata de un "argumento falaz", puesto que deberán explicar el motivo del incumplimiento de las recomendaciones y esta publicidad crearía, en la práctica "listas negras". Las empresas van más allá y afirman que el documento "no deja lugar a la autonomía de la voluntad" y que "desaparece la libertad de empresa" lo que es contrario a la Constitución Española. También advierten atisbos de "anticonstitucionalidad" en las recomendaciones para fijar número de consejeros, un porcentaje míonimo de mújeres o el total de reuniones anuales. Según las fuentes consultadas, "el Estado no puede regular la composición de los consejos, debe proteger el mercado y a los consumidores".

Asimismo, el documento que se quiere presentar a la CNMV subraya que se considera igual a tyodas las empresas, independientemente del tamaño y de la actividad que tengan, lo que se considera un corsé injusto.

El hincapié que hace el Código en la presencia de independientes se interpreta como "una desconfianza absoluta en los consejeros dominicales" (propietarios), y un riesgo de que se cree un "un consejo dentro del consejo, al establecer un contrapoder, como si fuera el Parlamento", dice otra fuente. En ese sentido, un aspecto suscita fuerte rechazo es la recomendación 23, que indica que, cuando el presidente de la empresa sea a su vez consejero delegado, se designe entre los consejeros independientes un vicepresidente "facultado para solicitar la convocatoria del consejo".

Otro dardo va contra una de las recomendaciones complementarias del proyecto, que insta al Gobierno a estudiar "mecanismos que faciliten la coordinación entre los pequeños accionistas de las sociedades cotizadas, con el fin de darles más voz en la junta general". En opinión de alguna de las empresas contrarias al texto, ello podría dar pie a la creación de "núcleos de chantaje".

La CNMV no hará públicas las alegaciones al proyecto de Código hasta que finalice el plazo de información pública. Recientemente, Conthe declaraba que sólo "cuatro gatos" habían expresado quejas. En los últimos días el documento ha sido descalificado en público por Emilio Botín, presidente del Santander, quien afirmó que, tal y como está redactado, puede "poner en peligro" la unidad del consejo, en algo en que coincide con la mayor parte de las empresas del Ibex. Defendió la "autorregulación" y reclamó que el código se limite a ofrecer "criterios o pautas generales" que las empresas puedan adaptar. Ángel Ron, presidente del Banco Popular, también ha cirticado en público el "intento de controlarlo todo" del borrador.

Conthe rebatió que el código "no es intervencionista porque es voluntario". Conthe señaló que su sugerencia al grupo de trabajo fue la de no seguir la inspiración de la Constitución española de 1812, "que pedía a los españoles que fueran justos y benéficos". Por el contrario, recomendó que se redactaran proposiciones "claras y empíricas: se cumple o no se cumple".