ETA utilizó 80 kilos de explosivo en el atentado de Urdax
ETA ni siquiera respetó el duelo de la familia del empresario Peio Martikorena, fallecido el 3 de febrero, a los 61 años, tras una larga enfermedad. Una semana después, la banda colocó una furgoneta con 80 kilos de explosivo, probablemente cloratita, y destrozó el centro comercial Landibar, de Urdax (Navarra), donde se ubican una discoteca, un restaurante y tiendas del fallecido y su familia.
Los expertos de la Guardia Civil confirmaron que ETA usó 80 kilos de explosivo colocados en una Renault Kangoo, que fue robada el 2 de febrero en Nant (Francia) a un panadero que estaba de reparto. Las matrículas fueron sustituidas por otras falsas de un oche de otro modelo muy antiguo.
El comando aparcó el vehículo sobre las 16.00 del martes en el aparcamiento trasero de la discoteca. Los terroristas, llegados de Francia, sabían que a las 19.00 el complejo cierra sus puertas y que la discoteca sólo abre los fines de semana y activaron el explosivo para una hora después. Los daños son cuantiosos y el complejo estará cerrado durante semanas. Una treintena de trabajadores está temporalmente sin empleo.
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