Abogados
Una de las profesiones más maltratadas es la de abogado.Pero mi experiencia es que tuve la suerte de encontrar un abogado que comprendió mi caso, un caso difícil de custodia compartida con un hijo minusválido de por medio.
Este letrado se tomó su tiempo en preparar la demanda, estudió a fondo la legislación española, me consta que también la europea e internacional, los Derechos del Niño, sentencias afines del Constitucional, se centró en los beneficios que la custodia compartida reportaría al menor, preparó una batería de pruebas; en pocas palabras: Bordó la demanda y ganó el caso por goleada.
Este profesional con mayúsculas puso su conocimiento del derecho al servicio de la solución de un problema humano. Planteó el caso con lógica, coherencia y un entramado de artículos de legislación perfectos. Definió, detalló y explicó el caso a la jueza con rigor y minuciosidad.
Un abrazo y mi gratitud a mi abogado, Rafael Pecellín Ortega, y en su nombre a tantos otros que se ganan el sueldo a pulso, honran con su trabajo una labor incomprendida y de necesidad insustituible en toda sociedad civilizada. Mil gracias, Rafael.
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