Sevilla no podrá absorber más tráfico
Un estudio revela que la afluencia de coches a la capital crecerá en un 42% hasta 2020
El Plan de Transporte Metropolitano del Área de Sevilla, publicado por la consultora privada Epypsa para la Consejería de Obras Públicas y Transportes, es contundente en sus conclusiones: la ciudad no soportará la cantidad de tráfico que se avecina de aquí al 2020.
Con el incremento de la población y de la actividad, no sólo en la capital sino también en el extrarradio, el tráfico, principalmente de vehículos privados, aumentará notablemente.
Sevilla soporta cada día el equivalente al tráfico de un millón de coches.
La población del área metropolitana, conformada por la capital y otros 21 municipios, tiene ahora más de 1.145.000 habitantes. El informe estima que crecerá en unas 250.000 personas en 2020, unos 15.500 nuevos habitantes al año. La zona del Aljarafe es la que más población absorberá.
La circulación ha crecido un 20% en tres años y aumentará hasta el 42% en 2020, con 1,8 millones de viajes por persona al año. Actualmente, se realizan 1,56 viajes mecanizados por habitante y día; el 70,6%, en vehículos particulares.
Esto hará que el centro de la ciudad carezca de espacio suficiente para el aparcamiento de todos los vehículos que reciba. Para canalizar esta afluencia harían falta 12 nuevas autovías, pero ni esta solución, ni la construcción de la Línea 1 del suburbano y del Metrocentro erradicarían el problema.
La primera conclusión del estudio revela que el vehículo privado continuará como el principal modo de transporte. De hecho, su uso aumentará de los 1,25 millones de viajes al día en la actualidad a los dos millones en 2020.
A este uso contribuye el crecimiento de la actividad económica desarrollada tanto en la capital como en los municipios colindantes de la llamada corona metropolitana. En concreto, actualmente, casi el 58% de la inversión industrial se ha concentrado en esta corona (en polígonos como PISA, en Aljarafe, o la nueva zona de Aeropolis, junto al aeropuerto), lo que supone un incremento del tráfico entre la ciudad y los centros industriales ubicados en el exterior.
Este desarrollo industrial elevará también la tasa de empleo. A largo plazo se prevé que haya un aumento de 154.000 puestos de trabajo, a un ritmo de 9.600 al año. La capital, con 63.000 empleos más, superará el 68% total del área. En la corona metropolitana el aumento pasará de los 90.000.
Congestión inevitable
Todo esto llevará a una congestión inevitable en las vías tanto en la ciudad como en las carreteras. La principal autovía de entrada, la S-30, que acoge al resto de vías, está ya saturada y lo estará mucho más en el futuro, a pesar de la construcción de la S-40. El estudio considera que se debería aumentar en un 55% el número de carriles de acceso a la ciudad en los próximos 16 años para poder absorber el tráfico que se generará.
En concreto, el informe habla de 7 nuevas vías desde el Aljarafe y la Ribera, tres en los corredores Sur y Este y dos (en construcción) en la vía del Norte. Aún así, los investigadores creen que ésta no sería la solución, por varias razones: porque las nuevas vías aportarían más tráfico a las circulares (M30 y M40); por las dificultades de aparcamiento que se producirían en el núcleo de la ciudad (casi 75.000 vehículos más buscarían plaza en Sevilla); y por el enorme coste que supondrían las nuevas vías, cuantía que ni siquiera el cobro de un peaje podría absorber.
Menor uso del transporte público
Una de las razones por las que el tráfico ha aumentado y continuará haciéndolo en adelante es el descenso significativo en el uso del transporte público. Desde 1983 el desplazamiento en este tipo de vehículos disminuyó del 43% al 20,5% en 2004.
Una de las causas de este descenso, según el informe de Epypsa, es que los autobuses viajan ahora, debido al tráfico de la ciudad, mucho más lentamente que hace diez años, un 6% más despacio. El carril bus y la preferencia de paso no han solucionado esta situación. El uso de la nueva línea de metro y del Metrocentro, ayudará a paliar el problema, pero de manera insuficiente.
Tampoco ha mejorado el desplazamiento en bicicleta, que ha ido disminuyendo hasta ser casi inexistente debido, según el estudio, a la inseguridad por el tráfico y a la falta de carriles específicos. Como consecuencia de largas distancias que se tienen que recorrer, el traslado a pie también ha descendido.
Por todo ello, el impacto medioambiental que supondrá el tráfico en un plazo de 20 años será insostenible según los criterios internacionales actuales. La movilidad motorizada genera 450.000 toneladas de emisiones contaminantes en toda el área.
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