_
_
_
_
Crítica:ZARZUELA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Coser y cantar

Se inscribía esta producción de El barberillo de Lavapiés, cuando se presentó hace ocho años, en un proceso de modernización de las puestas en escena del teatro de La Zarzuela, que intentaba sobrepasar los límites de la comedia musical entonces preponderante. Por aquellas fechas, Calixto Bieito había debutado en el género con una celebrada incursión en La verbena de la Paloma. No había comenzado su huida provocadora hacia quién sabe dónde, y su capacidad teatral por encima del artificio hacía presagiar a un director de los de verdad. De los que conocen el oficio y de los que tienen imaginación para atrapar con soluciones ingeniosas al espectador. Todo ello se percibe en este Barberillo, al margen de la evolución posterior de Bieito en el género lírico. De entrada el espectáculo tiene un ritmo trepidante, con un movimiento coral magistral. La escenografía de Mónica Quintana se ajusta a las intenciones del director y el trabajo con los actores es espléndido, gracias también a la complicidad de Beatriz Lanza, Carmen González o Francisco Maestre -todos ellos en el reparto de 1998- o a la fuerza arrolladora de Marco Moncloa como Lamparilla. El espectáculo no da respiro. Y el espectador cae rendido ante la poderosa presencia del coro que canta bien y se mueve con picardía e ingenio.

El barberillo de Lavapiés

De Barbieri. Orquesta de la Comunidad de Madrid, Coro del T. de La Zarzuela. Dirección musical: Miquel Ortega.

Dirección de escena: Calixto Bieito. Con Beatriz Lanza, Marco Moncloa, Carmen González, y otros. Teatro de La Zarzuela, 10 de febrero.

Miquel Ortega se las apaña muy bien con la orquesta. Controlando con cierta rigidez al principio, soltándose la melena dentro de un orden después. Los cantantes se desenvuelven con agilidad. Las miradas confluyen, en cualquier caso, en Bieito. Es el único capaz de que aquello experimente un cierto vuelo. Y lo consigue aunque no siempre. Mientras prevalecen los hallazgos escénicos en función de lo que se está contando no hay problema. Cuando la creatividad se mueve alrededor del ombligo del director, las cosas adquieren otro cariz. Sobre todo, porque aparece un elemento de distancia. Las ideas geniales son en muchas ocasiones una limitación. Es el caso de la silla de barbero-váter o de la necesidad de quitar las bragas al personaje de Paloma introduciendo un clima de tensión sexual.

Lavapiés se le ha quedado, en cualquier caso, pequeño a Bieito, por mucho que declare, con cierto oportunismo, que es "una nación". Sin embargo, acierta cuando reivindica el tono popular y barriobajero de algunas zarzuelas, como signo de diferenciación frente a la opereta vienesa. En El barberillo..., Bieito hace un buen trabajo teatral, aunque su egocentrismo le pone siempre bajo sospecha. Las bocanadas de aire fresco son bien recibidas, la pedantería es rechazable. En esta ocasión está más inclinado a lo primero. Mejor así.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_