_
_
_
_
Entrevista:JAVIER CLEMENTE | Entrenador del Athletic | FÚTBOL | 23ª jornada de Liga

"El problema del club no es su filosofía"

Santiago Segurola

Javier Clemente (Barakaldo, 1950) se enfrenta a un desafío opuesto al que le convirtió en un héroe del Athletic. Después de una breve y prometedora carrera como jugador, quebrada por una lesión cuando sólo tenía 20 años, comenzó a dirigir al equipo en 1981. En la temporada siguiente, el Athletic ganó la Liga, éxito que repitió un año después. Sustituto de José Luis Mendilibar, destituido en pleno derrumbe del equipo, Clemente es consciente de la realidad: el Athletic está en el peor momento de su historia. Nunca ha descendido, pero la posibilidad está cada vez más cercana.

Pregunta. ¿Qué ha cambiado de su primera época en el Athletic al actual?

Respuesta. La diferencia está en el entorno social. El mayor cambio lo aprecio en la juventud. Los problemas del Athletic no radican en su filosofía, ni tampoco en el estilo. Esencialmente hemos sido un equipo de fuerza, agresivo, casi siempre con dos o tres jugadores muy técnicos. Así era el Athletic que conocí de niño, en el que jugué y al que dirigí. No sé como decirlo: quizá se trata de algo relacionado con la educación, de la manera que tienen los jóvenes de ver la vida y sus obligaciones. Es todo más light.

"Sarabia vivía a tope el fútbol y tenía una gran clase; es el jugador de más calidad del equipo en los últimos 30 años"
"Si bajamos a Segunda, bajamos. Eso no me va a hacer cambiar de opinión sobre el modelo del Athletic"

P. ¿Hay una falta de compromiso de los jugadores con el club?

R. No. Entregan el alma en cada partido. La diferencia es que antes el Athletic era un mito para nosotros. No había nada más grande en este mundo que jugar en el Athletic. Defender esa camiseta representaba tal orgullo que suponía una ventaja en los buenos y en los malos tiempos, que también los había. Los jugadores defendían una manera de comportarse, unos hábitos, una historia. Pero el fútbol se ha transformado en otra cosa: contratos multimillonarios, fama, muchas cosas que interfieren. No puedo reprochar nada a jugadores de 25 años. Representan a su tiempo. Ahora bien, el Athletic debería tratar de recuperar los valores que le hacían fuerte.

P. ¿Es posible en estos días?

R. Tiene que serlo, porque si no el futuro será muy complicado. La transformación se debe producir en Lezama, y no tanto por los aspectos técnicos. Más o menos, siempre hay jugadores con buena técnica, aquí y en todos los equipos. El Athletic no tiene un mal equipo, pero eso no significa nada. No se trata de que seas bueno. En Primera División tienes que ser mejor: mejor que el rival de la próxima jornada, y el de la siguiente. Tienes que saber competir en todos los aspectos.

P. ¿Es distinta ahora la relación que mantienen con el fútbol?

R. No se puede generalizar y no tengo queja de ellos. Algunas cosas sí me sorprenden ahora. Por ejemplo, hablan poco entre ellos. En mi primera etapa, los jugadores mantenían la unión más allá de los partidos y de los entrenamientos. Eran un grupo en todos los aspectos. Ahora hay una dispersión mayor. Quiero conseguir más cohesión, más comunicación. En este equipo eso es muy importante.

P. El cambio también afecta a la atención mediática en el fútbol.

R. Sí. Puedo encontrarme con 25 periodistas después de un entrenamiento. Hay cámaras, micrófonos. Cuando comencé esta etapa dirigí un entrenamiento sin reparar en ello. Solté algún taco, las cosas normales de un momento de tensión. Por la noche, vi por televisión las imágenes del entrenamiento y me sentí fatal. Fue lamentable. Se me oían los tacos. 'Esto no puede ser', me dije. Así que tengo que reprimirme algunas veces. El fútbol casi no tiene intimidad. Todo se ve y se escucha. La diferencia es muy grande, hasta en los ídolos. Se crean ídolos que no lo merecen.

P. ¿Le queda energía para enfrentarse a este desafío?

R. Por supuesto. Me encanta el fútbol. Y me encanta hablar a los chavales, hablar con Orbaiz, Gurpegui o Iraola. Enseñar a los más jóvenes, a Dañobeitia, Llorente... Quiero mostrarles mis experiencias en el fútbol y trasladar, sobre todo a los nuevos, lo que significa el Athletic.

P. ¿Cómo les ve en el vestuario?

R. Es un equipo tierno, un poco ingenuo, temeroso por lo que sucede. Se les han creado dudas.

P. ¿Qué dos jugadores del Athletic campeón elegiría para este equipo en crisis?

R. Me quedaría con Liceranzu y Sarabia. Liceranzu era un jugador sin miedo, capaz de afrontar situaciones sin descomponerse. Sarabia vivía a tope el fútbol y tenía una clase extraordinaria, el jugador de más calidad que ha dado el Athletic en los últimos 30 años. Añadiría a otro futbolista fundamental: De Andrés.

P. Llegó para apagar fuegos en muchos sentidos, pero el drama continúa.

R. Tengo asumido que no soy el entrenador que eligió el club para comenzar la Liga. Me han llamado porque tengo el culo pelado en el fútbol, porque llevo 25 años en esto y porque el Athletic es el equipo de mi vida. He llegado aquí sin poner ninguna exigencia.

P. ¿Se siente arropado?

R. En la calle, sí, desde luego. Nuestra afición es maravillosa, la mejor del mundo. Si frente al Madrid estamos a la altura de la hinchada, seguro que podremos ganar. Lo cierto es que en San Mamés hemos jugado bastante bien, a pesar de las derrotas frente al Madrid en la Copa y ante el Deportivo. En ambos partidos fuimos mejores que ellos.

P. ¿Qué necesita el Athletic para superar el Madrid?

R. Que el equipo juegue suelto. Si jugamos a ráfagas, lo tendremos mal.

P. ¿Qué le dice la goleada que sufrió el Madrid en Zaragoza?

R. No me dice nada. Como mucho, que al Madrid le puedes vencer, pero sólo puedes hacerlo si no juegan, si no se sienten cómodos, si el partido no es el que quieren. Si está cómodo, el Madrid tiene tanta calidad que te gana.

P. ¿Por qué el Athletic suele ofrecer tan mala imagen fuera de San Mamés?

R. Porque es un equipo que juega a no perder. Se esfuerza extraordinariamente para dificultar la vida al rival, para quitarle la pelota, pero no da el paso siguiente: jugar para vencer. Quitamos la pelota y ahí nos paramos. La entregamos inmediatamente para volver a la fase anterior.

P. ¿Es por falta de confianza, por ingenuidad o simplemente no hay buenos jugadores?

R. Hay falta de picardía. Eso tampoco se aprende con 25 años. Se aprende en el barrio haciendo travesuras, aprendiendo a hacer pequeñas trampas para buscarte la vida. Aprendiendo a competir para imponer tus condiciones o para esconder tus debilidades.

P. ¿Qué modificaría en el Athletic?

R. No soy partidario de los equipos filiales. Si no están en las primeras posiciones de la clasificación, los jugadores se acomodan, pierden ímpetu para competir y además se quejan. Quieren llegar al primer equipo sin sufrir. Tampoco me gusta cierto estilo de superioridad que a veces percibo en Lezama. Hay una frase que odio: como ese jugador tenemos cinco en Lezama. Pues no. Hay que ver a todos, probar a los chicos, porque el fútbol es muy complejo. Chavales que parecen poca cosa, mejoran luego o son grandes competidores, o generan un espíritu optimista.

P. El Athletic juega con jugadores de su entorno más cercano en el fútbol global de hoy ¿Es partidario de un cambio en la vieja filosofía del club?

R. Si siento el Athletic, es este Athletic. Si bajamos a Segunda, se baja. Eso no me va a cambiar de opinión. Casi todo el mundo ha descendido en España y en otros países. Creo que el Athletic tiene que cambiar de estructura. El Athletic ha empezado a bajar de nivel cuando el fútbol vizcaíno ha bajado de calidad. Ya no hay equipos en Segunda A, como antes. Hay más equipos en las categorías regionales. Más jugadores, por lo tanto. La cantidad ha limitado la calidad. Es un fútbol menos selectivo.

P. Dirigió al Athletic con 31 años, ganó su primera Liga con 33. Ha sido seleccionador. Ahora regresa en un periodo dramático del Athletic. ¿Cómo le afectaría el descenso del Athletic?

R. Me afectaría terriblemente en el plano personal, porque soy hincha del Athletic. Profesionalmente me daría igual, aunque sé que estas cosas te jubilan. En lugar de terminar mi carrera con 62 o 63 años, lo tendría que hacer con 56 o 57.

P. ¿Y cómo quedaría su famoso ego?

R. Lo único que me afecta al ego es no entrenar. ¿Sabe lo que significa para mí poder enseñar cosas a Llorente o Amorebieta? Es lo único que me preocupa.

Clemente dirige a sus jugadores ayer en Lezama.
Clemente dirige a sus jugadores ayer en Lezama.SANTOS CIRILO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_