Retrasos, fallos y confusiones enfadan a los viajeros en el estreno del nuevo Barajas
Retrasos, colas interminables, pérdida de equipajes, falta de información, escasez de autobuses para el transporte interno o averías en escaleras mecánicas y ascensores provocaron el enfado de gran parte de los pasajeros que acudieron ayer a estrenar la nueva terminal (T-4) del aeropuerto de Madrid-Barajas. Pese a ello, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, dijo que la primera jornada de operaciones de la terminal había transcurrido "razonablemente bien", aunque con "algunos problemas menores que ya se han subsanado".
El consejero delegado de Iberia, Ángel Mullor, reconoció "montones de pequeños problemas". Su compañía subrayó que ninguno de los vuelos previstos tuvo que ser cancelado, aunque se produjeron demoras superiores a 15 minutos en el 44% de los 431 que había programados hasta las ocho de la tarde.