Tercera edad

A la presidenta del Centro de la Tercera Edad de la Alameda de Osuna le corresponde convocar el próximo marzo la asamblea general ordinaria de socios, en función del cumplimiento del estatuto del centro. Al comunicárnoslo en el tablón de anuncios, al pie del mismo escrito deberá firmarlo y no poner un sello de la Junta Municipal sin firma de nadie, que es lo que ha hecho en años anteriores. Lo mismo sucede con los escritos de la directora del centro, Elena Jiménez; el concejal me ha manifestado que esto es ilegal.

El primer punto del orden del día será la lectura del acta de la asamblea del año anterior, y quedará manifiesto en el escrito que deberá ser sometida a la aprobación de los socios; y ello después de un debate mediante votación a mano alzada, según el artículo 4º del estatuto.

Esto no puede ser sustituido por una aprobación tácita, como manifiesta que se ha hecho en el acta del año pasado; lo han hecho todos los años anteriores sin reflejarlo en la misma.

Por alusiones y por lo que manifiesta el acta, me corresponderá el uso de la palabra, donde leeré la impugnación que le he mandado, pasada por el registro.

Durante el uso de la palabra, no se me interrumpirá hasta que termine de dar mi versión y pueda rebatirme lo que haya manifestado, como ha hecho en otras ocasiones para imponer la suya. Tampoco permitirá gritos abucheos y posibles agresiones físicas.

Ni qué decir tiene que no pedirá mi expulsión de la asamblea como ha hecho otras veces porque manifieste verdades, que creo como catedrales, que no le sean muy agradables y que los socios tienen derecho a conocer.

Mi expulsión de la asamblea tendrían que efectuarla en una camilla, por mi precaria salud y mi avanzada edad de 85 años.

El segundo punto del orden del día será la lectura por ustedes de la Memoria de Gestión de la directiva del pasado año, con el mismo procedimiento que el anterior.

En el acta próxima, no se manifestará que despidieron la asamblea con aplausos para usted y abucheos para un servidor.

El artículo 10, apartado 1 (antidemocrático y anticonstitucional) establece que los presidentes de las juntas directivas pueden ser también presidentes de las asambleas. Estos señores ni son ni pueden ser objetivos ni neutrales porque son jueces y parte interesada en este litigio.