Patrimonio paraliza las obras de la M-30 junto al Club de Campo por el derribo de una tapia histórica

Lo único seguro es que la tapia -de menos de dos metros de altura- ha sido derribada en seis lugares. Por los boquetes abiertos -de unos seis metros de longitud- pasan enormes camiones con tierra. A partir de ahí todo son discrepancias. Pero, mientras se aclaran, la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid ha dado orden tajante al Ayuntamiento de que paralice las obras de la M-30 junto a la Casa de Campo, porque para organizar el movimiento de camiones ha destrozado una valla que, según Patrimonio, era obra del ingeniero italiano Francesco Sabatini, uno de los más afamados del siglo XVIII. Por eso estaba protegida.

El Ayuntamiento replica que la valla no era ni mucho menos de Sabatini, sino un cerramiento muy posterior, sin protección y perteneciente al Club de Campo. El gobierno municipal sostiene además que el Plan General de 1997 permitía su sustitución. Patrimonio responde que no encuentra en ningún lugar el supuesto permiso para demoler el monumento y que, de entrada, quedan paradas las obras.

Éstas corresponden al tramo de la M-30 que discurre junto a la Casa de Campo e incluyen la construcción de un nuevo colector y un estanque de tormentas, alberca a la que irán a parar las aguas sucias cada vez que llueva.

Izquierda Unida y los ecologistas hablan de atentado histórico y ambiental contra una valla que "es parte de la historia de Madrid" y "una de las zonas ambientales mejor conservadas de la capital".