Separación decisiva

La publicidad de Tele 5 anunciaba el penúltimo capítulo de Gran Hermano diciendo que en España hay más de 130.000 rupturas al año, "pero la más decisiva es la de esta noche". Se refería a que Pepe o Dayron tendrían que irse de la casa por votación popular. Realmente presuntuoso. No sé qué pensarán los divorciados de España.

En el primer GH se buscó la legitimación del espectáculo diciendo que el encierro permitía un análisis sociológico de conductas. Al cabo de siete años, los concursantes están muy resabiados. Pepe llegó a construir un artefacto, el Nominator, para calcular sus estrategias en las nominaciones, y otro concursante teorizó los méritos del último grupo diciendo que habían dado "vidilla" al concurso. "Desde el primer minuto se calcula todo", dijo ayer Dayron en la misma línea. Había, pues, que buscar otros argumentos adecentadores, como, por ejemplo, una campaña antitabaco dentro de la casa para que los concursantes dieran ejemplo y dejaran de fumar.

El gran premio lo consigue sólo uno, el que logra no ser expulsado, pero está claro que los concursantes buscan otra gratificación, que puede ser más generosa a medio plazo. Entrar en el mercado secundario que hay montado con este personal. La intervención en otros programas de la misma cadena y, en el caso de algunas chicas, la oportunidad de salir con los encantos al aire libre en la portada de alguna revista. El padre de Dayron lo insinuó la noche del jueves, tras ver que su hijo era expulsado de la casa. Esperaba verlo triunfar en el circuito endógeno de Tele 5. Un circuito que no es sólo para los concursantes.

El padre de Pepe ya prácticamente está en la nómina de la cadena. Se le puede ver mañana, tarde y noche en los distintos programas donde se reviven y prolongan las insignificancias cotidianas de que vive GH. Incluso crean nuevas trifulcas para que la fiesta no decaiga. Entre los grandes temas que hay que aclarar está el saber si un concursante se hacía pipí en la ducha.