España, en semifinales
El equipo de Pastor gana a Eslovenia y se enfrentará a Dinamarca
Lo que estaba en juego era mucho. Esta vez no hubo concesiones. España debía superar a Eslovenia para llegar a las semifinales y Pastor puso todas sus cartas al descubierto. El equipo de gala, la mayor parte del que fue campeón del mundo en Túnez, saltó de nuevo a la pista y no falló. Mantuvo siempre el partido bajo control hasta que su superioridad física y técnica desequilibró la balanza. España ganó y entró como líder de su grupo en las semifinales, con todos los honores. El sábado se enfrentará a Dinamarca, que ayer sorprendió a Rusia. La otra semifinal la disputarán Francia y Croacia. Será la cuarta ocasión en que España está en semifinales de un Europeo: ganó la plata en 1996 y 1998 y el Bronce en 2000.
ESPAÑA 39 - ESLOVENIA 33
España: Barrufet (Hombrados), Entrerríos (8), Uríos (7), Rocas (6, 1 de penalti), Davis, Romero (6), Ortega (3) -equipo inicial-. Garabaya (2), Belaustegui, Fis, Juancho (1), Juanín (3) y Rodríguez (2).
Eslovenia: Skof (Podpecan), Kozlina, Vugrinec, Kavticnik (4), Gajic, Zorman (5), Zvizej (3) -equipo inicial-. Backovic, Jovicic (4), Ostir (3), Rutenka (9, 2 de p.), Pajovic (1) y Lubej (4).
Árbitros: Pauli y Reisinger (Austria).
Marcador cada cinco minutos: 3-2, 6-6, 10-9, 13-13, 16-16, 19-16 (descanso). 22-20, 27-22, 30-25, 33-26, 36-29 y 39-33.
Alrededor de 3.100 espectadores en el pabellón St. Jakobs de Basilea. España se clasifica para las semifinales.
Esta vez no había confianzas excesivas, un despiste se pagaba con un gol. Aunque no tenía prácticamente nada en juego -en todo caso iban a acabar cuartos- Eslovenia quería cerrar el torneo con una victoria sobre los campeones del mundo. Y se entregaron a fondo. Hombres que juegan en la Liga española, como Rutenka, Pajovic, Zvicej, Lubej, o que lo harán el próximo año Zorman -tiene un precontrato con el Ciudad Real-, se convirtieron en una pesadilla para sus compañeros de club.
Costó desencallar el encuentro. Sin embargo, España volvió a acreditarse como uno de los equipos máximos goleadores del campeonato. Poco importa que sigan amenazándoles con el brazo levantado -aviso de pasividad- cuando apenas inician el ataque. Aunque da la sensación de que todo se mueve con lentitud, lo cierto es que el balón circula con velocidad y que las situaciones de gol se suceden con fluidez. Por eso, en cuanto la defensa abandonó el 5-1 y se cerró en 6-0 y Barrufet comenzó a sentirse seguro, Eslovenia se fue diluyendo como un flan.
La máquina española estaba ya bien engrasada en la parte final del primer tiempo. Y allí comenzó a decidirse el partido, con un Uríos impecable, capaz de transformar en gol cualquier balón que recibía sin importar la dificultad. El pivote cubano fue clave en la victoria de ayer. Pero pudo serlo porque la primera línea le hinchó de balones. Alberto Entrerríos estuvo genial tanto en el lanzamiento como en las asistencias, e Iker Romero dirigió el equipo tanto en el ataque como en la defensa.
A medida que el tiempo avanzaba, la distancia entre los dos equipos iba en aumento. Eslovenia debía recurrir ya a las faltas por impotencia.
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