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La tragedia del centro de convenciones en Polonia se cobra 66 víctimas

El Gobierno da por cerrada la operación de rescate al descartar que queden supervivientes

La tragedia, que ya se intuía a media tarde del sábado, fue acentuándose a medida que caía la noche y las temperaturas se situaban por debajo de los 15 grados bajo cero. El desplome del techo de un centro de convenciones en Chorzow, localidad próxima a Katowice, al sur de Polonia, al ceder por el peso de la nieve, causó al menos 66 muertos y 141 heridos, cifra muy superior a las estimaciones iniciales. Las autoridades dieron ayer por cerrada la operación de rescate, en la que participaron 1.300 personas, al descartar que puedan quedar supervivientes.

A media tarde de ayer, 24 horas después del derrumbe, se dio por concluida la operación de rescate al considerarse imposible que hubiera más supervivientes. Nadie podía garantizar con total seguridad que no hubiera más cuerpos entre los escombros, con lo que la cifra final de víctimas podría aumentar. El Gobierno, sin embargo, considera que la cifra es prácticamente definitiva. Una decena de perros adiestrados rastrearon la zona afectada sin encontrar rastro de cadáveres. "No esperamos encontrar a nadie más debajo de los escombros", aseguró un portavoz oficial.

La ola de frío que atraviesa Europa de este a oeste se ha cebado muy especialmente en Polonia. El sábado sumaba ya 199 muertos de frío en lo que va de invierno, pero lo más duro no había llegado todavía. A las 17.30 del sábado, se hundió el techo del centro de convenciones de Chorzow y cogió por sorpresa a las más de 500 personas que se encontraban en el recinto siguiendo una exposición internacional de palomas mensajeras. Las autoridades sostienen que el techo cedió por la capa de nieve, aunque los responsables del local ponían ayer reparos a esta hipótesis.

Al principio se habló de cuatro muertos, pero el goteo fue constante a lo largo de la noche. Las cifras oficiales de la tarde de ayer, cuando se cerró la operación de emergencia, fueron mucho más trágicas: 66 muertos y 141 heridos, aparentemente fuera de peligro. Entre las víctimas hay niños y extranjeros, aunque no está claro cuántos. Anoche parecían confirmados dos alemanes, dos checos, un belga y un eslovaco. Otras versiones oficiosas hablaban también de un rumano y un holandés.

"Ha sido la peor tragedia de la Polonia democrática", afirmó el presidente del país, el conservador Lech Kaczynski, que anuló una visita a Praga y decretó jornada de luto hasta el miércoles.

La virulencia de la ola de frío que asuela Europa ha provocado otros accidentes parecidos, aunque el del sábado en Polonia fue el más grave. A principios de mes, 15 personas fallecieron en Alemania al derrumbarse el techo de una pista de patinaje. Esta semana también se hundió el techo de un supermercado en la República Checa, aunque no hubo muertos.

El centro de convenciones de Chorzow había estado aún más lleno de gente una hora antes de la tragedia, pero cuando el techo cedió albergaba unas 500 personas, según la policía, aunque algunos testigos hablan de 1.000. Decenas quedaron atrapadas y los equipos de rescate no daban abasto. Algunos supervivientes conservaron el móvil y pudieron utilizarlo para pedir ayuda.

A medida que caía la noche -y que bajaban las temperaturas- se hacía más urgente liberar a las personas atrapadas. Los bomberos regaron la zona afectada con agua caliente para tratar de mantener un mínimo de calor entre los escombros. A las diez de la noche se rescató a la última persona con vida. A partir de este momento, sólo aparecieron cadáveres. "La uralita del techo junto a la nieve han convertido los escombros en un congelador", explicó Marek Brodzki, uno de los médicos desplazados al recinto.

"Primero escuchamos un ruido terrible; luego todo se derrumbó", dijo con la cara ensangrentada Henk Weerde, belga de 60 años que visitaba la exposición. "Todo pasó muy rápidamente; en tres segundos", añadió Jan Panek, otro superviviente.

El primer ministro, Kazimierz Marcinkiewicz, interrumpió sus vacaciones para seguir sobre el terreno la evolución de los trabajos de rescate. El Gobierno polaco ha anunciado que se constituirá una comisión especial para investigar lo sucedido.

Los ciudadanos reaccionaron concentrándose en las iglesias para rezar por las víctimas, por las que también oró el Papa. Pero ya se dejaron oír algunas voces que insinuaron que podría haber responsabilidades políticas, en un contexto de inestabilidad en el que el Gobierno trata de evitar nuevas crisis que precipiten unas elecciones anticipadas. Un portavoz del Ejecutivo recordó que se dirigió una circular a los municipios exhortando a limpiar los tejados debido a la nieve acumulada en la ola de frío.

Trabajadores de rescate caminan sobre los escombros del centro de convenciones de Chorzow (Polonia) ayer.
Trabajadores de rescate caminan sobre los escombros del centro de convenciones de Chorzow (Polonia) ayer.REUTERS

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