Nitrógeno y gas violeta para los alumnos de bachillerato

Obtener un gas violeta a través de dos sólidos, o un ovillo de nailon mediante dos líquidos son sólo algunos de los experimentos que realizarán los más de 1.400 estudiantes de bachillerato que durante quince días pasarán por los laboratorios de la facultad de Química de la Universitat de València. Estos intercambios, organizados por este centro y el Servicio de Formación Permanente de la Universitat, pretenden motivar a los estudiantes con experimentos de laboratorio que ellos realizan. Química cercana que se deja tocar y transformar.

"Lo que más les llama la atención son las reacciones exotérmicas, las que generan fuego y humos", explica Teresa García, personal técnico de la universidad. Las caras de perplejidad avanzan conforme discurre la sesión de más de tres horas. Uno de los momentos estelares es cuando un globo medio hinchado es introducido en un vaso dewar, popularmente conocido como termo, con nitrógeno a menos 196 grados centígrados. El gas del globo se comprime. Cuando se extrae (hay que tener cuidado porque el nitrógeno quema) el globo recobra su forma inicial.

"En el instituto no vemos cosas así", dicen Guillermo Consuegra y Clara Gisbert, ambos estudiantes del IES Berenguer Dalmau, de Catarroja. Aunque ninguno tienen previsto cursar Química, realizan escrupulosamente cada experimento con batas de celulosa, guantes de látex y gafas que recuerdan a las de soldadura. Justo detrás David Molina y Raúl Delhom interrumpen su vertido en la probeta para añadir que tampoco tienen claro qué estudiar, pero quizá la jornada condicione su decisión. En el laboratorio contiguo, otro grupo, del Colegio Purísima Concepción de Valencia, trajina con tubos de ensayo. José Manuel Poveda, profesor del centro donde también se imparten bachilleratos, valora positivamente estas visitas "puesto que en el sistema educativo actual las prácticas no son obligatorias, como lo eran antes". Las alumnas Elena Martínez y Clara López agradecen esta ocasión porque, aunque tienen laboratorio, no hacen prácticas. Tampoco tienen pensado estudiar esta carrera.

La coordinadora del proyecto, Ana Cuñat, profesora de Química Orgánica, aclara que pretenden "enseñar química de manera sencilla y atractiva para que no parezca algo abstracto". De los 550 participantes en la experiencia piloto del curso 2003-2004, se ha pasado a más de 1.400 alumnos en los dos últimos años, y la colaboración de decenas de profesores universitarios y de bachillerato que diseñan y supervisan los experimentos con el fin de divulgar la química.