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Reportaje:

Donaciones a la americana

Un magnate da a la Universidad de Oklahoma 137,5 millones para que los invierta en deporte

El magnate texano del petróleo T. Boone Pickens ha dedicado gran parte de su vida a hacer obras de caridad. Hospitales, colegios, el partido republicano e incluso varias organizaciones dedicadas a destruir la reputación del último candidato demócrata a la Casa Blanca, el senador John Kerry, son beneficiarios de su generosidad. Sin embargo, su mayor contribución parece haberla dejado para el final. A sus 77 años, donará 165 millones de dólares (137,5 millones de euros) a la universidad de Oklahoma State, en la que estudió entre 1947 y 1951 la carrera de geología. Pero ni su antigua facultad ni ningún departamento de la estructura académica verán un centavo, ya que la inmensa cifra, la más alta donación independiente realizada a una universidad, irá a parar en su totalidad a la sección de deportes.

La ayuda de Pickens se invertirá en centros de entrenamiento para todos los conjuntos del colegio

Efectivamente, Pickens es un fanático hincha de los equipos de fútbol americano y baloncesto de Oklahoma, conocidos como los Cowboys. El mal momento de ambos ha coincidido con una era dorada del gran rival deportivo, la universidad de Texas. Así que ha decidido tomar cartas en el asunto. Su millonaria ayuda se invertirá en la creación de centros de entrenamiento para todos los conjuntos de la escuela, incluidos los pequeños estadios de béisbol y fútbol y un club de tenis. El recinto de fútbol americano, que lleva su nombre tras una anterior donación de 70 millones destinada a su remodelación en 1997, también se verá beneficiado, al igual que los sueldos de los técnicos y los ojeadores, con el objetivo de atraer exclusivamente a los mejores en cada deporte.

Pickens, que posee una fortuna valorada en 1.500 millones de dólares, creada a base de absorber pequeñas empresas petroleras al borde de la quiebra que se agrupan en el consorcio Mesa Limited Partnership -el mayor productor independiente de petróleo y gas natural de Estados Unidos-, no es el único gran donante, booster en el argot, a universidades norteamericanas.

En algunas universidades, los boosters, que, por lo general, son acaudalados ex alumnos, han adquirido una influencia superior a la de los decanos. Es un tipo de poder que ha llamado la atención de la NCAA, el organismo que regula el deporte universitario, que se ha visto obligado a intervenir e implantar sanciones para evitar que sigan tomando ellos las decisiones. Contratan entrenadores y los destituyen. O reclutan deportistas, los agasajan tanto a ellos como a sus familias con regalos y favores y les otorgan trabajos ficticios, por los que cobran a cambio de no hacer nada Y, si no se cumplen sus deseos, amenazan con poner fin a sus millonarias ayudas. Ante tal encrucijada, las universidades, en muchos casos, miran hacia otro lado con tal de que el chorro económico no acabe nunca de entrar en las arcas académicas.

Hasta ayer, la mayor donación de la historia la había realizado un millonario asentado en Las Vegas de nombre Ralph Engelstad a su antigua universidad, la de Dakota del Norte. Engelstad invirtió 100 millones de dólares para la construcción de un pabellón de hockey sobre hielo, el más lujoso del país. Por ejemplo, las 11.400 butacas están forradas en cuero y los suelos son de granito proveniente de India. Poco le importó a la universidad que Engelstad fuera simpatizante del partido nazi y que con sus amenazas haya conseguido contratar y echar a su antojo a entrenadores y directores deportivos.

Otro donante es el fundador y presidente de la firma deportiva Nike, Phil Knight que en los últimos 15 años se estima que ha donado a su alma mater, la universidad de Oregón, cerca de 200 millones de dólares, una cifra casi en su totalidad destinada a la renovación de los recintos deportivos.

El mítico músico John Mellencamp regaló dos millones a la universidad de Indiana para que tuviera un recinto cubierto para los entrenamientos de invierno del equipo de fútbol americano. Cómo no, lleva su nombre.

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