El mal en estado puro

Primo Levi, judío, partisano, salió vivo del Holocausto, y narró su experiencia en Si esto es un hombre. Auschwitz, dijo, prueba la inexistencia de Dios. Ferdinando Camon, escritor católico, publicó una larga entrevista con él, base de este espectáculo sobre la naturaleza del mal, sobre el lado oscuro del hombre. Levi, interpretado por Manuel Galiana, ronda el núcleo del problema al recordar que las víctimas también establecían jerarquías: "Sobrevivía el más fuerte, por lo general el más malvado".

Mercedes Lezcano, responsable de la versión y de la dirección, la acompasa con imágenes terribles de los campos, con arengas indecibles de los verdugos. En la última parte, cuando Levi habla de Palestina, las filmaciones se separan de su discurso, y resultan más lacerantes si cabe, por recientes: israelíes machacando el cráneo a palestinos maniatados, Sharon demandando napalm contra los "indios". También cabrían las del genocidio de Ruanda, las de Sudán, de Srebrenica... Hay que hablar de todo esto, en los escenarios, en las escuelas: el olvido es más rápido que la memoria.