La madre de la niña atropellada, en prisión por su implicación en la muerte del conductor

María Luisa Cortés, la madre de la niña atropellada el domingo en Sevilla, ingresó ayer en prisión, por orden judicial, como cómplice en el tiroteo que acabó con la vida de Gaspar García, el conductor del vehículo. El tío de la pequeña, Ángel Montoya, quedó en libertad, pero tendrá que comparecer los días 9 y 23 de cada mes en el juzgado. Cuatro testigos protegidos han manifestado que la madre de la menor, que resultó herida leve en el atropello, impidió que Gaspar García saliera del coche para auxiliar a la pequeña mientras el padre de la menor, Ricardo Suárez, cogía la pistola para disparar.

Cortés aseguró ante la juez que investiga el crimen, María Dolores Sánchez, que vio cómo su ex marido disparaba contra Gaspar García, según dijo el abogado defensor, Javier del Rey. Sin embargo, negó que entorpeciera la salida de García del coche. "En ese momento tenía a su hijo de tres años en brazos y corrió a coger también en brazos a la niña, que estaba tumbada en el suelo inconsciente y echando sangre por la boca", dijo el letrado, que llegó a la conclusión de que la mujer "difícilmente podría haber tapado el paso de la víctima".

María Luis Cortés contó, según fuentes judiciales, que está separada de su marido desde hace seis meses. Añadió que el domingo acudió a la puerta del albergue juvenil de la calle Isaac Peral, donde estaba albergado Ricardo Suárez tras un tiroteo en el que se vio implicado días antes, para recoger a sus hijos, quienes habían pasado el fin de semana con la familia paterna. "Los niños estaban en el albergue con su padre y con su abuela Matilde. La niña salió corriendo hacia su madre que estaba en la acera de enfrente cuando se cruzó el coche que la atropelló", explicó el letrado.

Javier del Rey anunció que recurrirá el auto de prisión. "Ricardo [el padre] es el que hace las cosas y todo lo demás es marear la perdiz. Lo mejor que puede hacer este hombre por él y por su familia es entregarse", añadió.

La familia Suárez, que se pasó toda la mañana en la puerta de los juzgados de guardia de Sevilla, recibió con un aplauso la puesta en libertad de Ángel Montoya, tío de la menor. Montoya, que fue detenido cuando se disponía a usar la furgoneta en la que presuntamente huyó Ricardo Suárez, tendrá que comparecer dos veces al mes en el juzgado. El padre de la niña, el supuesto autor de los disparos, sigue desaparecido.