El Ejército planea una profunda transformación para adaptarse a la escasez de efectivos
El Ministerio de Defensa ultima una profunda organización de las Fuerzas Armadas para adaptar una estructura concebida para 110.500 soldados y marineros a otra adaptada a los 86.000 efectivos que tendrá como máximo a medio plazo.
Entre otros cambios importantes, el Ejército de Tierra planea suprimir sus actuales divisiones, la Mecanizada Brunete, la Fuerza de Acción Rápida (FAR) o la Fuerza de Maniobra (FMA).
Los cuarteles generales de dichas unidades en Burgos, Madrid o Valencia seguirán existiendo, pero aligeradas de efectivos y reconvertidas en bases de preparación de la fuerza. Está previsto disolver dos brigadas: la de Infantería Movilizable Urgel y la de Cazadores de Montaña Aragón. Pese a esta reducción, se mantendrá la actual presencia militar en el País Vasco y Cataluña, donde habrá dos batallones de montaña (Girona y Barcelona).