Rosa María Sardá se mete en la piel de una enferma terminal
'Wit', de Margaret Edson, se estrena hoy en el teatro Maravillas
Rosa María Sardá necesitaba un papel que le conmoviera para volver al teatro. Hace tres años que lo encontró el director teatral Lluís Pasqual. Después de rodar por escenarios de toda España, la obra Wit (Ingenio), de Margaret Edson -Pulitzer 1988-, llega al teatro Maravillas de Madrid.
Sardá interpretará a Vivian Bering, una enferma terminal de cáncer. Se estrena esta semana en la capital. "Lo más duro del papel de Vivian es subir cada día al escenario, estar ahí y darlo todo, que cada vez es más difícil, aunque claro, una no puede quejarse porque más duro es estar en la mina, y además esto lo hago porque quiero", explica Sardá, resfriada, junto a la máquina de refrescos del teatro, embutida en un abrigo, con las gafas de sol puestas y un gorro de lana blanco que cubre su cabeza afeitada para el papel.
La protagonista es una profesora ingeniosa de Literatura, irónica, que de pronto afronta el cáncer con todo el humor del que es capaz. "Tiene un sentido del humor inteligente y lo utiliza en todo. Es adusta, inflexible, exigente y hace reír por cómo es", señala Sardá.
La actriz catalana ha recibido una lluvia de premios por el papel de Vivien: el Max, el Fotogramas de Plata 2003 y el Ercilla de Teatro. Para Sardá, es el mejor pero no el definitivo: "El último es siempre el mejor, el más preciado, pero conocí a una persona maravillosa que decía que el mejor es el que vendrá".
Pero el mérito, dice, está en el texto: "Es una obra muy bien escrita y estructurada que te permite actuar, y lo que yo he aportado es el trabajo de cada día. Subirme al escenario en cada función, como si naciera de nuevo". Pero aún así confiesa admiración por su personaje: "Es maravilloso y es un personaje actual que habla de la enfermedad, que desgraciadamente nos rodea, de la soledad, de la investigación...".
Sardá, a quien interpretar este papel no ha cambiado en nada su percepción de la enfermedad, recomienda esta obra a todos los públicos. También a quien ha pasado o esté pasando por situaciones similares a la de la protagonista: "Es una obra para todos los públicos. El teatro está lleno de tragedias de gente que va a ver el drama de Medea, de Edipo asesino, cosas terribles. Esta obra habla de cosas que ocurren ahora al espectador, cosas que no se eligen. Todos enfermamos alguna vez y desaparecemos, como la protagonista, y no es que lo acepte con serenidad, sino que lo hace con un sentido del humor inteligente que acompaña todos los aspectos de su vida".
Aunque Wit ha sido representada en Nueva York, llevada al cine e incluso inspiradora de una ópera, ni la protagonista ni el director han visto ninguna de estas versiones. Cuando empezaron los ensayos de la obra, Lluís Pasqual le dijo a su protagonista: "No haremos nada que no se haya hecho ya". A partir hoy, los espectadores madrileños podrán ver en escena la Wit de Rosa María Sardá, acompañada de Fernando Guillén, Pau Miró y Mercé Pons.
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