Identificados los dos atracadores muertos por los tiros del dueño de la casa de Canals que asaltaron

La Guardia Civil identificó ayer a los dos atracadores que murieron el pasado día 4 en el asalto a una vivienda de Canals a manos del dueño. Eran de nacionalidad colombiana, sobre uno de ellos pesaba orden de expulsión de España y habían residido en Madrid. La mujer de uno de los fallecidos acudió a reconocer a su esposo ayer por la tarde al juzgado de Xàtiva, pocas horas después de que la magistrada decretara libertad sin fianza ni medidas restrictivas para Francisco Ramírez, al que acusa de dos delitos de homicidio. Éste explicó los hechos al amparo de la legítima defensa.

A media tarde llegó al Juzgado de Instrucción número dos de Xàtiva una mujer procedente de Madrid para reconocer el cuerpo y los efectos de su marido, una de las víctimas de los disparos de Ramírez el pasado día 4 en su casa de Canals. Y así lo hizo. Tanto él como el otro fallecido han resultado ser, según fuentes de la investigación, de nacionalidad colombiana. El instituto armado busca ahora información desde Madrid, donde al parecer residieron al menos una temporada, para reconstruir sus pasos, sus relaciones y su vinculación con Canals. En las investigaciones no quiso colaborar la mujer que reconoció ayer a su marido. Se negó a facilitar datos sobre la vida de su esposo y dijo claramente no estar dispuesta a ayudar a la justicia. Así se cerró un día en el que pocas horas antes la magistrada titular del Juzgado decidió dejar en libertad sin fianza ni medidas restrictivas al único imputado por los hechos, Francisco Ramírez, al que acusa de dos delitos de homicidio.

Una quincena de conocidos y amigos esperaban a Ramírez a las puertas del Juzgado. El imputado, marido de una de las hijas del empresario que creara la empresa Ferry's, llegó en un Seat Ibiza de color gris. Se bajó del coche con gesto de dolor, consecuencia de las supuestas heridas que le causaron los ocho asaltantes que entraron en su casa y que agredieron, amenazaron y amordazaron supuestamente a su mujer, al guardés y al hijo de éste. Las lesiones, salvo un pinchazo con arma blanca en el tórax consistente en una herida superficial que precisó algunos puntos y un esguince de tobillo, no fueron referidas en el parte médico del hospital en el que fue atendido. Los supuestos golpes brutales que recibió no dejaron huellas en su cara ni en sus manos, aunque sí algún moratón en distintas partes del cuerpo. Le acompañaban un joven (un hijo del guardés que no estaba en la finca el día que ocurrieron los hechos y que según fuentes vecinales trabaja en el dispositivo de seguridad de una macrodiscoteca de la comarca) y una joven. Ningún familiar.

A las 12.05 entró en el juzgado. Durante casi dos horas explicó lo ocurrido. El testimonio de Ramírez, así como el resto de actuaciones están desde ayer bajo secreto incluso para las partes. El abogado de Ramírez, y de su esposa, Beatriz Ferri, ya anunció el lunes que su cliente actuó en legítima defensa.

Las incógnitas sobre muchos de los extremos del suceso que implica a Ramírez -que mantiene una conflictiva relación con su familia política y a quien los vecinos no conocen trabajo estable desde que abandonó Ferry's, pese a que intentó sacar adelante negocios sin éxito- seguían sin despejarse.