Derek Bailey, compositor y guitarrista
Uno de los mayores referentes europeos en música improvisada
El músico británico Derek Bailey, uno de los más reputados e influyentes en el campo de la improvisación libre, falleció el pasado 25 de diciembre en Londres, a los 75 años, víctima de una larga enfermedad. Bailey gozaba de enorme prestigio en los más selectos círculos de improvisación de medio mundo, y muy especialmente en España, un país con el que tuvo mucho vínculo en la última etapa de su vida: desarrolló proyectos con el pianista Agustí Fernández, residió durante varios años en Barcelona, donde mantenía una vivienda en el barrio gótico, y anhelaba retirarse en la costa malagueña. En octubre de 2004 iba a constituir uno de los principales atractivos en el festival oscense de Periferias, pero a última hora sus dolencias le obligaron ya a cancelar aquella actuación.
Nacido el 29 de enero de 1930 en Sheffield, estudió música entre 1941 y 1952 y contó como principales maestros guitarrísticos con George Wing y John Duarte. El veinteañero Bailey se ganó la vida con las ocupaciones más diversas, en clubes, salas de conciertos y trabajos para la radio o la televisión como guitarrista solista o acompañante, y también en formaciones orquestales. Su interés por las posibilidades de la improvisación se convirtió en prioridad artística absoluta a partir de la década de los sesenta.
Rechazando los métodos convencionales de composición, Derek alcanzó resultados sonoros muy parejos a los que obtenía la vanguardia europea. No en vano, tenía a Anton Webern como uno de sus principales puntos de referencia.
"Bailey fue un ejemplo asombroso de independencia creativa", reflexiona Rubén Gutiérrez, columnista del fancine especializado en músicas improvisadas Oro Molido. Y agrega: "Desde una posición de libertad absoluta supo colaborar con artistas muy dispares, desde bailarines de Butoh hasta leyendas del jazz como Tony Williams o Pat Metheny; artistas de culto en el pop como David Sylvian; pinchadiscos, grupos de pospunk japonés o incluso pequeñas formaciones de gospel. Y todo ello, sin perder jamás la coherencia de sus postulados estéticos".
En 1970, y en compañía de Evan Parker y Tony Oxley, Bailey puso en marcha Incus Records. Se trataba del primer sello estable independiente dirigido por músicos en el Reino Unido, una marca de prestigio que aún hoy se mantiene en activo. El año 1976 fue el de la fundación de Company, unos talleres de libreimprovisación con músicos europeos, africanos, americanos y japoneses que a Bailey le sirvieron para desarrollar algunos de sus conciertos más recordados.
Autor del libro Improvisación: Su naturaleza y su práctica (1980), imprescindible para comprender esta especialidad, y de la serie de documentales para la BBC Improvisations, Derek Bailey se marcha con la aureola de músico influyente y reverenciado, y con un legado discográfico que supera, entre obras en solitario y colaboraciones (John Zorn, Lol Coxhill, Fred Frith, Anthony Braxton...), el centenar de referencias.-
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