Hotel ilegal

Es lamentable lo que acontece en Carboneras. Solo la idea de que se construya el hotel a menos de 50 metros de la costa y dentro del Parque Natural Cabo de Gata-Nijar provoca repugnancia y tristeza. Repugnancia, porque los vicios y defectos que acontecieron en España durante la decada de los 60 en la Costa del Sol y en la costa alicantina se vuelven a repetir. Y tristeza porque un espacio natural de gran importancia, que se decidio proteger en 1986, se ve amenazado por la especulacion inmobiliria. Arremeto desde aqui contra el consistorio y su alcalde Cristobal Fernandez, por su actuacion cobarde y timida. Probablemente hay cosas de las que la gente no se acuerde. Una de ellas es que el PSOE de Carboneras, en la campaña electoral de las elecciones municipales de 1999, prometio la construccion de un complejo turistico en el Algarrobico y no solo un hotel como afirma el edil socialista en la actualidad. Otra de las cosas que se le puede recriminar es que ante el acoso del Ministerio de Medio Ambiente, afirma ahora que no se van a conceder mas licencias de obra en ese espacio y que se va a crear una zona de proteccion del litoral.

En este debate se ha dedicado a manipular a la poblacion, posicionandola en contra del derribo de la construccion a base de promesas de trabajo y dinero facil. Se repiten algunas de las pautas del boom urbanistico de los 60. Miles de españoles emigraron hacia las costas levantinas en busca de empleo. Pero la poblacion no es consciente de que las cosas han cambiado y estan ciegos ante posibles beneficios. Ese hotel necesita puestos de trabajo cualificados que este pueblo no puede suministrar. Las causas de que el turismo descendiera en los ultimos años no tienen nada que ver con el numero de plazas hoteleras. La causa es que no se esta ofreciendo un turismo de calidad. Carboneras no tiene museos, ni un centro de interpretacion, ni guias que ayuden a los turistas, ni oficina de turismo que abra todo el año, ni buenos accesos y servicios a las playas. Estos son los problemas. Todo lo demas son intereses financieros y urbanisticos de las elites economicas. Quisiera agradecer la actuacion de la ministra Cristina Narbona, asi como la de toda la gente que se ha posicionado a favor del derribo del hotel para mantener intacta la riqueza natural de mi pueblo, Carboneras.