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Entrevista:TARIQ RAMADAN | ULEMA Y PROFESOR DE ESTUDIOS ISLÁMICOS EN OXFORD | ENTREVISTA

"Se puede ser musulmán y europeo"

Tariq Ramadan (Ginebra, 1962) es un ulema, o doctor de la ley musulmana, graduado en El Cairo tras obtener su diploma de Filosofía en Suiza con una tesis doctoral sobre la obra de Friedrich Nietzsche. Hoy día es profesor de estudios islámicos en el Saint Anthony's College de Oxford, en el Reino Unido, y forma parte de la comisión de expertos designada por Tony Blair para analizar la crisis posterior a los atentados de Londres. Ramadan es un hombre de discurso ágil y brillante y "un polemista temible", en palabras del filósofo francés Bernard-Henri Lévy. Ramadan se autodefine como "un puente" y considera que la controversia que suscita su discurso es fruto de "ser demasiado musulmán para Occidente, y demasiado europeo para el mundo musulmán". El más visible, mediático e influyente teórico del islam europeo recibe a EL PAÍS en Ealing, un suburbio multiétnico del oeste de Londres.

La Alianza de las Civilizaciones es "la única cosa sensata y razonable que puede hacerse para intentar detener la profundización del abismo Norte-Sur"
"Cuando en mi país pueda hablar de 'nosotros', y no de 'nosotros' contra 'ellos', como es el caso de Francia, podrá hablarse de pertenencia a la comunidad"
"Nosotros somos la causa de nuestros problemas y nuestras miserias. Según Mohamed Iqbal, 'los países árabes fuimos colonizados porque éramos colonizables"

Pregunta. Hace nueve meses presentaba en este periódico su propuesta de moratoria indefinida de todos los castigos corporales y la pena de muerte en el mundo árabe-musulmán. ¿Cuáles son los resultados?

Respuesta. Los primeros meses fui criticado por todos, pero con el paso del tiempo comienzo a poder contar con el apoyo de mucha gente en el mundo musulmán. Hace poco he estado en un encuentro de pensadores árabes en Tetuán, donde descubrí que el 91% de esos intelectuales están de acuerdo conmigo, pero sólo lo expresan en privado. Por una razón muy simple: tienen miedo.

P. ¿Cuál es su interpretación de los atentados de Londres y la crisis de los suburbios franceses?

R. Los disturbios de Francia se han interpretado, equivocadamente, en clave religiosa y étnica cuando se trata de un problema estrictamente económico y social. La pregunta que debemos hacernos es: ¿esos ciudadanos son realmente iguales al resto de franceses? La respuesta, obviamente, es no. Hay un abismo entre el discurso institucional y la realidad que viven cada día esos jóvenes. En cuanto a los atentados de Londres, la primera reacción de Blair fue calificarlos de "problema musulmán".

P. Pero luego Blair propuso la creación de la comisión de expertos de la que usted forma parte.

R. Blair intentó unir los esfuerzos de especialistas y actores sociales en el terreno, pero mi primera y principal condición para formar parte de ella fue la libertad absoluta y que no se interpretara el problema en clave exclusivamente musulmana.

P. ¿Qué opinión le merece la Alianza de las Civilizaciones, propugnada por el presidente Zapatero y el primer ministro turco, Erdogan?

R. Es la única cosa sensata y razonable que puede hacerse para intentar detener la profundización del abismo Norte-Sur.

P. Recientemente usted ha estado en Madrid invitado por la Fundación Atman.

R. Sí. El presidente Zapatero y yo hubiéramos debido encontrarnos, pero, por lo que tengo entendido, algunos de sus asesores le han dicho que yo era una especie de terrorista y extremista.

P. ¿Ha sido usted abiertamente acusado de terrorista o de pertenencia a movimientos radicales?

R. En numerosas ocasiones. Incluso se me acusó de haberme reunido en Ginebra con Bin Laden. Por cierto, no es verdad que tenga prohibida la entrada en EE UU; puedo solicitar el visado, pero de momento prefiero no hacerlo.

P. En un artículo reciente publicado en este diario, usted afirmaba que "Europa debe aprender a compartir, a las buenas o a las malas". Suena como una amenaza. ¿Puede explicarse?

R. Los ciudadanos musulmanes debemos tener el derecho de compartir todo en nuestros países, incluido el poder real, pero ¿es eso lo que quieren los europeos? Me temo que no, aunque no tendrán otra solución a medio o largo plazo. Se puede ser musulmán y europeo. La opinión pública en general teme que el ingreso de Turquía en la UE cambie a Europa. Pero lo cierto es que Europa ya está cambiando, y seguirá cambiando.

P. ¿En concreto?

R. Hablo de valores universales que compartimos todos, como la igualdad entre los ciudadanos, sea cual sea su origen, y la capacidad de elegir y ser elegido, aunque con una cara como la mía hay muchas puertas que están cerradas. Está claro que la estrategia de los fundamentalistas de ambos bandos es que sigamos enfrentados.

P. ¿Podemos volver sobre la "otra crisis francesa", la provocada por el velo islámico?

R. Antes de marzo de 2004, la ley francesa no estaba en contra de los símbolos religiosos. Especialmente, si esos símbolos eran una cruz o una kippa judía. Ellos han "inventado" una ley para ilegalizar algo que básicamente afecta sólo a los musulmanes. Lo cierto es que no podemos pedirle a una niña musulmana que deje de ir a la escuela por respeto al velo. Tampoco es bueno que todas esas niñas terminen realizando sus estudios entre los 14 y los 17 años en escuelas islámicas. Entre el velo y la falta de escolarización, lo que debe primar es la educación. Eso está antes que el respeto a las tradiciones religiosas. Ahora bien, toda Europa está de acuerdo en que la respuesta francesa al problema del velo es equivocada, y yo también lo pienso. Pero la única forma de cambiar esas leyes injustas es respetarlas primero e intentar cambiarlas con el tiempo.

P. En el mismo artículo, usted abogaba por una "nueva política social, que sea atrevida y arriesgada". ¿Puede explicarse?

R. Lo que necesitamos es la mezcla social. Debemos ir radicalmente contra la tendencia natural de los inmigrantes de agruparse entre iguales. Aquí, en Londres, hay escuelas públicas con un 99% de estudiantes paquistaníes. Eso es intolerable. Los musulmanes debemos aprender a aceptar que somos canadienses, suizos o españoles, y que somos parte de una sociedad con derechos y obligaciones.

P. ¿Y cómo espera llegar a eso?

R. En concreto, mi propuesta se traduce en una política urbana inteligente, no discriminatoria, en pisos accesibles, en mejoras de la escuela pública. Lo cierto es que las políticas a largo plazo que propongo son muy arriesgadas y requieren coraje. La mayoría de los políticos sólo ven el horizonte de la próxima elección. Un buen ejemplo es Nikolas Sarkozy. Él nunca asume riesgos, sino que reacciona haciendo lo que sabe que va a gustar a la mayoría de los franceses. Es preocupante ver que el discurso tradicional sobre la inmigración de la ultraderecha se ha "banalizado" y es ahora esgrimido por casi todos los partidos.

P. Usted dice que debemos dejar de preguntarnos si un musulmán "es francés" o "es británico". Me gustaría que defina los "mínimos" que cabe esperar de una persona para considerarla parte integrante de su sociedad.

R. No creo que haya unos "mínimos exigibles" de pertenencia. Cuando en mi país pueda hablar de "nosotros", y no de "nosotros" contra "ellos", como es el caso de Francia, podrá hablarse de pertenencia a la comunidad.

P. ¿Puede pertenecer a la sociedad un hombre que no habla el idioma del país de acogida?

R. No. Debe hablar el idioma, conocer las tradiciones, la historia, las instituciones y respetar la ley de su país.

P. Usted ha afirmado que "Israel no es la causa del problema del mundo árabe-musulmán, sino su consecuencia directa". ¿Cuál sería el problema?

R. No hay un problema, sino muchos. Uno de ellos es la victimización. El eterno culpar de nuestros dramas y nuestras carencias a los sionistas, los americanos o los europeos. Nosotros somos la causa de nuestros problemas y nuestras miserias. Me gustaría decir una frase que marcó profundamente al mundo árabe en los sesenta. La dijo Mohamed Iqbal: "Los países árabes fuimos colonizados porque éramos colonizables".

P. ¿Alguna vez se ha encontrado con Bin Laden?

R. No.

P. Si tuviera la oportunidad de hablar con él y hacerle una sola pregunta, ¿cuál sería?

R. Muchacho, ¿cómo puedes estar tan equivocado?

Tariq Ramadan, especialista en islam, ante una estación en el Reino Unido.
Tariq Ramadan, especialista en islam, ante una estación en el Reino Unido.R. C.

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