Fuegos en cadena
Estudio de Van Essen, Afek y Wohl.
Chess Today, 2005.
Para disfrutar al máximo de la belleza y profundidad de esta joyita, conviene invertir el primer minuto en concentrarse: el peligro no está sólo en el peón de b2, sino en la gran diagonal blanca. Nótese que si las torres negras pudieran desalojarla con fuerza (dando jaque al moverse, por ejemplo), la dama daría el jaque mortal desde d5 o c6. Y, además, se amenaza T - c2, y encima la torre de c2 no tiene casillas de escapada, excepto la captura en c2, que no es tentadora porque permite el jaque en c1, seguido de otro en d1, para dar el susodicho mate por la diagonal. De modo que la solución parece imposible. Pero es tan bonita que merece la pena buscarla aunque, por su extraordinaria dificultad, es muy improbable que el lector la encuentre por sí solo: 1 T - b2!, Tc1+! (mover la dama no es mejor: 1... Dd3 2 Tb4+, A - b4 3 D - b4+, Rg5 4 f4+, y las blancas no tienen problemas para hacer tablas; por ejemplo: 4... Rg6 5 Tg8+, Rh7 6 Tg3, con la amenaza De7+, 6... Tc1+ 7 C - c1, D - g3 8 Db7+, Rg6 9 D - d5, tablas) 2 D - c1, Td1+! 3 Rh2! (si 3 D - d1, Dc6+, y mate) 3... Dd5! (si 3... Dd3 4 D - d1!, D - d1 5 Cg3, y las negras ya no pueden ganar, porque los peones de h5 y h3 están perdidos; pero, tras la jugada del texto, son las blancas las que parecen absolutamente perdidas; sin embargo, es ahora cuando empieza una sinfonía de bellísimos fuegos artificiales) 4 T - h5+!, R - h5 5 Cf4+!, e - f4 6 Tb5!, D - b5 7 D - d1+, De2!! 8 D - e2+, f3+ 9 De5+!!, A - e5+ 10 R - h3 (las negras no pueden permitir Rg3 ni Rg4, ganando el último peón negro) 10... Rg5. Tablas por ahogado.
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Correspondencia: ajedrez@elpais.es
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