El atractivo del CD educativo

De conversar con Julio Verne en una terraza con vistas a la Torre Eiffel a acompañar a Don Quijote a deshacer entuertos. De asistir al cumpleaños de un extraterrestre a explorar Tebas y Menfis. Los usuarios de los programas educativos pueden pasearse por el tiempo y el espacio y, al volver al presente, además de haber pasado un buen rato, saben más de historia, lengua, matemáticas, ciencia, etcétera.

Los CD-ROM educativos suelen ser muy útiles para los niños que consideren un hueso alguna asignatura -es probable que a través del juego empiecen a mirarla de otra manera- o, al contrario, para apasionados de una materia en la que quieran profundizar en horas libres.

Los principales atractivos de los CD educativos son su alto grado de interactividad, el modo lúdico que proponen para enfrentarse a las pruebas, el refuerzo siempre positivo (felicitaciones cuando se hace bien y ánimos y ayuda cuando se hace mal) y su diseño cada vez más atractivo. Además, permiten un trabajo muy personalizado, que se adapta al ritmo de aprendizaje de cada usuario y que promueve la reflexión y la iniciativa. Los padres y los educadores pueden seguir los resultados de los niños en las tablas de seguimiento que ofrecen los programas, que también suelen incluir guías didácticas con consejos.

A la hora de comprar un programa, es importante fijarse en la franja de edad a la que va dirigido y en los requerimientos del ordenador para un funcionamiento óptimo.