Un matrimonio y su nieto mueren al chocar su turismo contra un camión
En el siniestro, en el límite entre Madrid y Toledo, resultó herida grave la madre del niño
Un matrimonio y su nieto de cinco años fallecieron ayer en un accidente de tráfico ocurrido en la carretera M-307, en Seseña (Toledo), en el límite con la provincia de Madrid. El accidente se produjo cuando el vehículo en el que viajaba la familia invadió presuntamente el carril contrario y chocó contra un camión que venía de frente. En el siniestro resultó herida grave la hija del matrimonio y madre del pequeño, de 24 años. El conductor del camión salió ileso. Vecinos y trabajadores de la zona denunciaron que la carretera donde se produjo el accidente es "muy peligrosa".
El fatal accidente de tráfico se produjo a las 11.15 en la carretera M-307, que une Ciempozuelos con San Martín de la Vega, a la altura del kilómetro 15.700 (ya en el término municipal de la localidad toledana de Seseña). Los fallecidos, que ocupaban un Fiat Brava blanco con matrícula de Madrid, son José Antonio G. G., de 51 años y conductor del vehículo; su mujer, Ángela C. J.; de 50 años y que viajaba como copiloto, y el nieto de ambos, J. G. G., de cinco años y que iba detrás.
Además, la madre del pequeño e hija del matrimonio, Celia G. C.; de 24 años, salió despedida del vehículo como consecuencia del choque y resultó herida de gravedad. Fue trasladada en helicóptero al Hospital 12 de Octubre. "La mujer, que viajaba en uno de los asientos traseros del coche con el niño, sufre varios traumatismos, entre ellos uno torácico muy grave", explicó un portavoz de Emergencias 112.
El suceso ocurrió cuando el vehículo realizó una "maniobra antirreglamentaria", invadió el carril contrario de la M-307 y chocó de frente contra un camión, según informaron fuentes de la Guardia Civil. El conductor del camión, Juan Carlos G. M., de 36 años, resultó herido leve y dio negativo en la prueba del control de alcoholemia.
La investigación sobre el suceso la lleva el equipo de atestados de la Guardia Civil de Valdemoro. "He oído un golpe muy fuerte, me he asomado y he visto que el coche estaba destrozado, en mitad de la carretera", explicó el trabajador de una explotación agrícola cercana.
Hasta el lugar se desplazaron cuatro dotaciones de bomberos de la Comunidad de Madrid y una ambulancia del Summa.
Amasijo de hierros
Los bomberos tuvieron que sacar los cadáveres de los dos adultos de entre el amasijo de hierros en el que quedó convertido el vehículo tras el violento choque. La Guardia Civil tuvo que habilitar al tráfico los márgenes de la carretera, que están sin asfaltar, para poder dar paso a la circulación.
La familia que sufrió el siniestro vivía en Aranjuez, según fuentes de la investigación. Los tres cadáveres fueron trasladados al tanatorio de Toledo, pendientes de que el forense de Illescas (Toledo) realice las autopsias, según informaron fuentes de la Guardia Civil de Toledo.
La carretera M-307 cruza en un tramo por la localidad toledana de Seseña. El paisaje de sus márgenes lo forman el polvo de las graveras, algunos cultivos, vertederos y decenas de camiones aparcados. Fue allí donde tuvo lugar el choque mortal. "Esta carretera es muy peligrosa; hay un paso continuo de camiones que vienen y van de las graveras. Si te viene uno de frente, no tienes sitio para escapar", denunció ayer el trabajador de un polígono industrial cercano. Otro camionero, empleado de una explotación agrícola, aseguró que hace unos días volcaron en el mismo sitio, sin que hubiera heridos, dos camiones.
El lugar donde ocurrió el accidente es una recta donde no se puede circular a más de 80 kilómetros por hora. A menos de 500 metros está el desvío para enlazar con la carretera de Andalucía. Apenas hay arcén, la carretera está delimitada por el barro. Horas después del accidente, aún quedaba en el barrizal la frenada que hizo el vehículo y algunos objetos personales de los fallecidos, incluido un manojo de llaves y algunas cintas de música.
