El Gobierno replica al PNV que el 'plan Ibarretxe' está "muerto"

El Gobierno central recalcó ayer por boca de su delegado en Euskadi, Paulino Luesma, que el plan Ibarretxe "está muerto y no tiene ningún futuro" tras su contundente rechazo por el Congreso de los Diputados en febrero de 2005. El portavoz peneuvista en el Parlamento vasco, Joseba Egibar; el propio lehendakari, y el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, han reiterado de forma sucesiva desde el pasado 30 de diciembre el valor de la propuesta soberanista, a la que Juan José Ibarretxe considera de "plena vigencia".

El PNV sostiene que llevará a la mesa de partidos que el lehendakari pretende impulsar las bases del plan que lleva su nombre y que el Congreso derrotó (313 votos en contra, 29 a favor y dos abstenciones) en febrero de 2005 apenas un mes después de que el Parlamento vasco lo aprobase gracias a tres votos del grupo de la ilegalizada Batasuna.

Paulino Luesma aprovechó ayer una rueda de prensa de balance de la gestión del Ejecutivo el año pasado para enfatizar que el "intento de reactivación" de la propuesta soberanista "no tiene ningún futuro". Al rechazo del Congreso, el delegado del Gobierno sumó el "varapalo" de los electores en las últimas elecciones autonómicas, el pasado abril, en las que la coalición PNV-EA cedió cuatro escaños.

De esta forma, y pese a la sucesión de declaraciones de los principales dirigentes peneuvistas, Luesma quiso dejar claro que el plan Ibarretxe, un proyecto que "divide y no aúna" a los vascos, es "el pasado, está muerto y no tiene futuro".

El delegado del Ejecutivo defendió, en cambio, que el futuro del País Vasco, "un país con sentimientos de pertenencia diferentes", no puede construirlo una simple mayoría, sino que debe hacerse a partir de acuerdos transversales entre nacionalistas y no nacionalistas. En ese sentido, se congratuló del actual estado de relaciones entre ambos gobiernos que ha superado el "enfrentamiento y crispación de épocas pasadas".

Sobre la posibilidad de que Euskadi alcance la paz en breve, Luesma quiso mostrar una "prudente esperanza" y repitió que es ETA quien debe tomar la decisión de desaparecer para siempre.

Mientras, la presidenta del PP vasco, María San Gil, aprovechó otra rueda de prensa en Bilbao para arremeter tanto contra el PNV como contra los socialistas. Para San Gil, la solución al terrorismo no pasa por hablar con la banda, sino por su derrota, algo que, en su opinión, el Gobierno vasco "nunca ha querido hacer".

La dirigente popular, que calificó de "poco fiable" la última encuesta del Gobierno autónomo, que concluye que el 81% de los vascos defiende que el Ejecutivo entable un diálogo con ETA, se mostró muy crítica con Imaz, por decir que la banda tiene "la llave" del proceso de paz. "En ningún país del mundo se considera a los asesinos llave para nada", resaltó.

Respecto a los socialistas, San Gil volvió a acusarles de haber abandonado la intención de ser alternativa en Euskadi, a lo que el portavoz de la ejecutiva del PSE, Rodolfo Ares, le replicó horas después aconsejándole que "se tranquilice y se ocupe de representar bien a quienes votaron al PP".