La Real aprueba ampliar su capital

Los accionistas de la Real Sociedad dieron ayer un voto de confianza a sus actuales dirigentes, encabezados por su presidente, Miguel Fuentes, y a la vez permitieron alargar la esperanza de vida del club donostiarra, cuya maltrecha situación financiera le coloca al borde de la disolución. La junta accionarial autorizó ayer la propuesta del consejo de administración de abrir un proceso de ampliación de capital por un máximo de 13,4 millones de euros.

Fue un respaldo mayoritario. El 86,23% de los 1.060 accionistas -representan el 40,02% del capital social- que acudieron a la asamblea, celebrada en el Kusaal, dieron su aprobación a la nueva emisión de acciones. La Real oferta 131.500 acciones a un precio de 51,08 euros, con una prima de emisión por la misma cantidad, que podrían generar un ingreso total de 13,4 millones si se completa la ampliación. La mitad de los recursos se destinarán al capítulo de fondos propios.

La masa social del club blanquiazul también aprobó el presupuesto de esta temporada, que asciende a 37,2 millones de euros. Uno de los capítulos más contestados durante la reunión fue el incremento del 30% de los precios de los abonos, una subida inaudita en esta entidad. Los accionistas advirtieron de que esta decisión puede acarrear una fuga importante de socios, con la consiguiente repercusión negativa en los ingresos presupuestados. Pese a todo, las cuentas de esta temporada fueron aprobadas por un 78,36%.

Fuentes, que anunció su intención de dimitir si la ampliación no prosperaba, salió reforzado tras la asamblea. Recibió aplausos en prácticamente todas sus intervenciones, aunque en una de éstas le recriminaron por realizar un "chantaje psicológico" a los accionistas al presentar un panorama económico excesivamente catastrofista. Los actuales administradores han heredado el club con una deuda neta de 30,9 millones, según dijo Fuentes, como consecuencia de una gestión "muy mala" del anterior equipo dirigente liderado por José Luis Astiazarán, actualmente presidente de la Liga de Fútbol Profesional. A esta delicada situación económica se ha llegado, añadió, por una "falta de contención en el gasto -subió un 47,1% con Astiazarán-".

El momento más polémico llegó cuando algunos accionistas reclamaron a la actual directiva ejercer acciones contra el anterior consejo de administración, si es necesario en los tribunales, según llegó a afirmar algún asistente, por haber "arruinado" las arcas de la Real. La vicepresidenta del club dponostiarra, María De la Peña, quiso convencer al público de la improcedencia de esta medida con el siguiente argumento: "No hay base jurídica para que una acción de responsabilidades [contra los administradores anteriores] salga adelante a favor de los intereses de la Real".

Los aplausos fueron generales cuando una administrada llamó "chorizo y ladrón" a José Luis Astiazarán y propuso demandarle para exigirle responsabilidades por su "nefasta gestión". Hubo incluso quien planteó que se expulsara al anterior máximo dirigente del club como socio realista.