"Todavía no me lo creo"

A primera hora de la mañana de ayer, Alberto Carrasco no tenía otra preocupación que las propias de su trabajo: instalar equipos de aire acondicionado por toda la región. Ni siquiera sabía que sobre las once de la mañana, cuando llevaba ya algunas horas en la faena, se celebraba un sorteo que le iba a traer buenas noticias.

Estaba trabajando, olvidado completamente de los papeles que allá por abril echó en una oficina solicitando un piso, cuando alguien de la Comunidad le llamó por teléfono. "Te ha tocado un piso", le dijeron. No daba crédito. Aún cerca de las ocho de la tarde no estaba muy seguro. "Tengo que mirar el periódico mañana [por hoy] para comprobarlo. Me he quedado nublao", aseguraba ayer Carrasco. "Ni siquiera escuchaba a la mujer que me contaba qué tenía que hacer. No sé si me llamarán en una semana o un mes", contó nervioso, al otro lado del teléfono. En cuanto colgó, lo primero que hizo fue llamar a su novia, con quien compartirá el piso.

Carrasco es de Torrejón de Ardoz, tiene 25 años y vive con sus padres. Hasta que le entreguen las llaves, a principios de 2007, según la consejería. Gana "poco más de 700 euros" al mes.

Lo único que hizo fue entregar unos papeles en abril. Se había olvidado de ellos, y no sabía que ayer había un sorteo. Sin embargo, la suerte le ha sonreído y hasta en el pueblo en donde le ha tocado la casa ha tenido suerte. "Pedí en cualquier lugar, aunque me alegro mucho de que haya tocado Rivas, tan cerca de Torrejón", recuerda.

Él, como Alexandra, Héctor, Déborah, Lorena, Natalio, Yashin, José Luis, Irene e Ignacio, entre otros, disfrutará de una casa con los mayores adelantos medioambientales. Fuentes de la consejería explicaron que los bloques tendrán paneles solares y un sistema de reciclaje de agua.