El 60% de los españoles defiende el derecho de los inmigrantes a votar

La mayoría de los españoles son partidarios de que los inmigrantes tengan derecho a voto. El 60,8% cree que deberían poder votar en las elecciones municipales y el 53,4% piensa que, además, deberían hacerlo en las elecciones generales, según el Barómetro de noviembre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). En la actualidad, sólo los extranjeros comunitarios pueden votar en las municipales, pero no en las generales.

La encuesta revela que, en algunos casos, la actitud de los ciudadanos ante la inmigración va más lejos que las leyes. Son partidarios de que los inmigrantes puedan afiliarse a partidos políticos o sindicatos (63,7%) y obtener, con el tiempo, la nacionalidad española (77,8%). También creen que el Estado debe darles facilidades para que traigan a su familia a vivir con ellos (73%), accedan a la educación pública (92,5%), tengan asistencia sanitaria gratuita (81,3%), obtengan un puesto de trabajo en igualdad de condiciones con los españoles (86,4%), constituyan grupos o asociaciones para defender sus derechos (67,6%) y practiquen su religión (81,2%).

Esa actitud abierta contrasta, aparentemente, con la calificación que los encuestados (40%) hacen de la inmigración como el segundo problema de España, tras el paro (54,1%) y por delante del terrorismo (25,3%).

La respuesta se entiende mejor analizando las respuestas o otra de las preguntas del Barómetro: "¿Cuáles son los tres problemas que a usted, personalmente, le afectan más?". Aquí la inmigración aparece ya en quinto lugar, con el 13,3%, tras el paro (28,5%), los problemas económicos (22,4%), la vivienda (20,3%) y la inseguridad ciudadana (17,2%). Es decir, que los ciudadanos perciben la inmigración como un problema muy importante, pero esa importancia se reduce desde el 40% hasta el 13,3% en su experiencia personal.

La mayoría de los encuestados (84,7%) es partidario de que la Administración sólo permita la entrada en España a quienes tengan un contrato de trabajo, actitud que coincide con la política del Gobierno. Son minoría tanto los que se declararan partidarios de permitir su entrada sin poner ningún obstáculo legal (6,8%) como los que se inclinan por prohibir por completo su entrada (6%).

A la hora de permitir la entrada de inmigrantes, los españoles valoran especialmente que tengan una cualificación laboral de las que el país necesita (6,40 dentro de una escala en la que 0 significa nada importante y 10 muy importante). También, que tengan buen nivel educativo (5,62), que hablen castellano o la lengua de la comunidad autónoma correspondiente (5,22) y que tengan familiares cercanos en España (4,74). Menos importancia dan a que procedan de un país con tradición cristiana (2,98), tegan mucho dinero (1,80) o que sean de raza blanca (1,72).

ºLos encuestados se dividen a la hora de considerar si los sueldos bajan a causa de la llegada de inmigrantes: el 47% cree que sí, mientras que el 40,3% piensa que no. Sin embargo, la mayoría (68,1%) está muy de acuerdo o de acuerdo en que los flujos perjudican más las perspectivas económicas de los pobres que las de los ricos y en que los extranjeros permiten cubrir puestos de trabajo para los que no hay mano de obra suficiente (65,4%). También opinan que los inmigrantes deberían tener los mismos derechos que los españoles (78,9%).

Por el contrario, son más (53,6%) los que se muestran en desacuerdo o muy en desacuerdo con que sean expulsados los inmigrantes que se queden en paro mucho tiempo. Y los que opinan que si un inmigrante comete un delito grave, debería ser expulsado del país (79,1%), así como los que piensan que deberían ser expulsados aunque el delito fuera menor (50,1%).