Fútbol para fomentar el respeto

Fomentar la convivencia y el respeto entre los presos a través de la práctica del deporte. Es el objetivo de la iniciativa Escuelas Blancas, un programa que pusieron en marcha la Fundación Real Madrid y la ONG Horizontes Abiertos. Para apoyar la iniciativa, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, visitó a 150 presos en la cárcel de Alcalá Meco para entregar 9.000 camisetas del club (una para cada recluso que hay en la región).

Desde 2003, el programa organiza entrenamientos semanales y torneos de fútbol y baloncesto en las cárceles. Aproximadamente 400 reclusos de los centros penitenciarios de Alcalá Meco, Valdemoro, Navalcarnero, Soto del Real, Aranjuez, Torredondo (Segovia) y Ocaña (Toledo) participan cada semana en el programa. Además, Escuelas Blancas compagina el deporte con charlas de deportistas profesionales, árbitros y periodistas.

Pérez, acompañado por la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, alabó el fútbol como "una fuerza educativa para la integración social" y dijo que el deporte es una metáfora para la vida. "En él encontramos el triunfo, la derrota y el sacrificio", agregó. El presidente del Real Madrid indicó que estas cualidades son "trasladables a la vida diaria" y sirven a los internos cuando regresan a la sociedad.

Uno de los asistentes al acto, el recluso Jair Valenzuela, corroboró la tesis del dirigente madridista. "Jugar al fútbol es un respiro para nosotros; en el campo nos unimos y reina el compañerismo en vez de las divisiones y el enfrentamiento que es común en la cárcel", aseguró. Para el colombiano de 28 años, uno de los mejores momentos de las Escuelas Blancas fue cuando el año pasado participó en un torneo entre veteranos del club y una selección de internos. "Salimos de la cárcel y mientras jugaba en el campo al aire libre, hubo momentos en que se me olvidaba que estaba preso", señaló.

Durante el acto de entrega de las camisetas, Valenzuela aprovechó para recordar a Pérez una promesa que hizo a los presos el año pasado: instalar en las cárceles de la región una plataforma televisiva para ver todos los partidos del equipo. "Aquí los días son muy largos, y aparte de leer, ver el fútbol es un escape para nosotros", explicó Valenzuela.