Quejas vecinales por el mal estado de las casas del centro de Lleida

Los vecinos del centro histórico de Lleida no viven tranquilos desde que hace un mes se hundió un edificio de cinco plantas sin causar víctimas en el número 60 de la calle de Cavallers. Ayer los inquilinos de un inmueble situado en el número 37 de la misma calle se quejaron del mal estado en que se encuentran sus viviendas debido a problemas estructurales y de humedad. Se da la circunstancia de que cuatro de los 12 pisos de la finca son propiedad de la Empresa Municipal de Urbanismo (EMU).

Isidoro C. vive con su mujer desde hace siete años en el primer piso del inmueble y asegura que las grietas de las paredes de su casa empezaron a aparecer hace cinco años, coincidiendo con la demolición del edificio contiguo por parte del consistorio, que todavía no ha edificado en el solar. Desde entonces han aumentado las filtraciones de agua y las grietas se han hecho más grandes, lo que ha obligado a apuntalar algunas vigas. Los vecinos temen que el edificio pueda hundirse.

Marta Camps, concejal de Urbanismo, admitió el deterioro del edificio, pero afirmó que no corre peligro de hundimiento ya que el consistorio ha emprendido medidas para acondicionar el solar contiguo y ha reforzado la pared medianera. El jefe de la oposición municipal, el convergente Isidre Gavín, ha denunciado la actuación del Ayuntamiento de Lleida en el barrio antiguo de la ciudad.