Demasiada calma en Ferrari
En Maranello no confirman a Raikkonen para 2007, pero tampoco amplían contrato a Schumacher
El baile de los fichajes para el año 2007 dio el pistoletazo de salida con el anuncio de que el campeón mundial, Fernando Alonso, había firmado un contrato con la escudería McLaren Mercedes por tres años, tras cumplir su compromiso con Renault la próxima campaña. Sin embargo, por el momento nada más se ha movido. Hay, eso sí, muchas especulaciones. El mundillo de la fórmula 1 está convencido de que Kimi Raikkonen acabará en Ferrari, pero la escudería de Maranello no ha abierto la boca para pronunciarse en ningún sentido.
Mientras no haya un movimiento del equipo italiano, todo permanecerá parado. Pero hay algunos indicios que llevan a pensar que su hombre fuerte dentro de dos temporadas será el piloto finlandés, tras concluir su acuerdo con McLaren. Contrariamente a lo que había estado ocurriendo en los últimos años, Ferrari no ha puesto sobre la mesa ningún contrato para ampliar su compromiso con Michael Schumacher -el piloto que les ha dado cinco títulos consecutivos-, que finaliza la próxima temporada. En Maranello no hay declaraciones desde que Jean Todt, director de la escudería, mostró su debilidad por Raikkonen el pasado verano, lo que desató una tormenta interna.
En cualquier caso, parece improbable que en 2007 Raikkonen y Schumacher puedan correr juntos con los bólidos rojos. Pero también está claro que Raikkonen está condenado en McLaren desde que la prensa británica desveló sus correrías nocturnas y su vida disipada fuera de las carreras. Esta imagen no gusta a Ron Dennis, patrón de McLaren, ni a Todt, director de Ferrari. Sin embargo, el finlandés es la mejor opción de futuro para el equipo italiano y su incorporación final podría llevar implícita la defenestración del heptacampeón alemán. El segundo piloto carece de importancia: podría ser incluso el quíntuple campeón mundial de Moto GP Valentino Rossi, un buen reclamo para la prensa italiana.
Mientras tanto, Schumacher no se rinde. Al contrario. El piloto alemán, que en enero cumplirá 37 años, está dispuesto a plantar cara el año que viene con el bólido rojo V-8 de 2,4 litros que está preparando Ferrari. "No es que esté apesadumbrado por haber perdido el título la pasada temporada", afirma el alemán. "Se trata más de que estoy deseoso de comenzar la próxima temporada y de ganar de nuevo el título. Y creo que dispondré de armas para poder lograrlo".
Los cambios reglamentarios parecen favorecer a Ferrari en su batalla con Renault y con McLaren Mercedes, las tres escuderías que se presentan como las más competitivas del Mundial. La incorporación de los motores V8 de 2,4 litros, en lugar de los V10 de tres litros, es una incógnita para todos los equipos. Pero la nueva normativa que permitirá cambiar los neumáticos durante la carrera supondrá una bomba de oxígeno para Bridgestone, que el año pasado perdió la batalla con Michelin.
Aunque el próximo parece ya un Mundial fantasmagórico, porque el interés está más centrado en los fichajes de pilotos que se producirán cuando concluya, la verdad es que los equipos se preparan para ganar los títulos de pilotos y de marcas. "Dónde estaré en 2007 ya se verá", confiesa Raikkonen. "Ahora mismo lo único que me importa es ganar el título el año que viene con McLaren". Alonso afirma lo mismo, pero con Renault. Y Schumacher lo repite hablando de los bólidos rojos.
Pero parece claro que los tres máximos aspirantes estarán en una posición controvertida. Alonso correrá contra su futuro equipo y, tal vez, sin todo el apoyo de la escudería francesa. Raikkonen se sabe fuera de McLaren a un año vista. Y Schumacher correrá con demasiadas incógnitas por resolver.
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