La banda sonora de Trafalgar

Hay música guardada en los archivos de las catedrales. Son composiciones silenciosas porque en el paso de los años han quedado en el olvido a la espera de que sus notas sean rescatadas y puedan volver a sonar algún día. En esa labor ha trabajado en los últimos meses Juan Manuel Pérez Madueño (Cádiz, 1972), director de la Universidad de Cádiz, con el encargo de recuperar piezas religiosas de finales del XVIII y principios del XIX, que sonaron en una época convulsa. Fueron la banda sonora de las iglesias mientras duraban los enfrentamientos de la batalla de Trafalgar.

La Diputación gaditana acaba de editar en el CD Música religiosa en la época de Trafalgar las grabaciones de la coral, dentro de las actividades relacionadas con el bicentenario de la contienda que se ha conmemorado este año. Algunas piezas, recuperadas de partituras ahora matizadas y reinterpretadas, son grabadas por primera vez. Es lo que le ocurre a la mayoría de las composiciones encontradas en la catedral de Cádiz, una de las fuentes donde Pérez Madueño bebió en su rastreo musical.

La recuperación de las partituras ha llevado un trabajo añadido con la puesta en escena y la interpretación. La coral universitaria gaditana, que cuenta con 35 voces, la mayor parte de estudiantes universitarios, aunque también con algún profesor y alumno de bachillerato, asume en este trabajo uno de los retos más importantes en sus más de 20 años de historia. "La coral es amateur. El 90% no sabe leer ni siquiera música. Emprender esta labor tiene especial mérito porque ha habido un trabajo muy importante para poder recuperar la música y de los coralistas por volver a hacerla sonar".

Pérez Madueño asegura que, después de una actividad intensa, "dan ganas de descansar", aunque la coral de la Universidad de Cádiz tiene por delante una amplia agenda de conciertos de navidad, donde han incluido la parte a capella del disco.

El director, quien ya ha indagado en la catedral de Cádiz, como ya hicieron otros como el profesor Marcelino Díez, sabe que en esos archivos todavía queda mucho que descubrir. "Hace falta tiempo y, sobre todo, dinero con el que alguien apueste fuerte por investigar". Muchos tesoros musicales permanecen a la espera de ser rescatados del silencio.