"Consideramos humillantes los 'reality shows"

Timo-Erkki Heino habló del modelo de radio y televisión pública de Finlandia (YLE) en el primer Fórum Internacional de Televisión de Extremadura que se celebró la semana pasada en Mérida (Badajoz). En el congreso se presentó a la televisión finlandesa como un referente europeo "por su calidad y por la estructura de su organización, diseñada sobre principios de servicio público inequívocos y gestión eficaces".

Pregunta: ¿En qué basa su independencia la televisión finlandesa?

Respuesta: Somos completamente financiados por las licencias que pagan los usuarios [unos 165 euros al año por hogar] y de ninguna forma por el Estado. Eso nos da una total independencia editorial. Por otra parte, el consejo administrativo, del cual formo parte, lo nombra el Parlamento, lo que asegura la representatividad de todos los partidos políticos.

P. ¿Los finlandeses no piden televisión comercial y reality shows?

R. Si lo quieren, lo pueden tener, pero en la televisión privada. Nosotros consideramos que los reality shows humillan a las personas que participan.

P. ¿Qué ventajas les da no emitir publicidad?

R. Es evidente que la publicidad hace que la programación tenga peor calidad. El estudio McKinsey 2001, que analizó las televisiones públicas de 12 países europeos, reveló que aquellas que emitían publicidad tenían programas que no prestaban un servicio público y primaban los espacios comerciales. En las que no la había, sus programas tenían mayor calidad.

P. ¿La televisión pública de Finlandia es un modelo a seguir?

R. Las televisiones públicas de los países del sur de Europa, como Portugal, España, Italia, Grecia y, en parte, Francia, tienen mucho que aprender de las de países del norte, no sólo de Finlandia, sino también de Suecia, Noruega, Dinamarca o el Reino Unido. En las del sur hay mucha telebasura, y eso está relacionado con la publicidad.

P. ¿Cómo ve la televisión pública española?

R. En mi opinión, ha escogido lo peor de los dos mundos. Está financiada por la publicidad, lo que les obliga a emitir demasiados programas comerciales, y por el Estado, lo que les hace tener una conexión directa con la política.