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Un conmovedor King Kong llega a los cines

La crítica de EE UU elogia la mezcla de dulzura y ferocidad de la película de Peter Jackson

El neozelandés Peter Jackson ha vuelto a retar a Hollywood. Después de obligar a la industria a arrodillarse ante los 2.500 millones de euros generados por la trilogía de El señor de los anillos y a coronarle en 2003 con 11 oscars por El retorno del rey (la tercera película de la serie), todo el planeta recibirá hoy la esperada llegada del conmovedor King Kong. La superproducción de más de 170 millones de euros, con la que el director rinde homenaje al filme homónimo original estrenado hace 72 años, llega hoy a las pantallas de medio mundo (en España se estrena en 500 salas) precedida por meses de expectación creada por los diarios de producción publicados en Internet y una campaña publicitaria en la que los estudios Universal han invertido 35 millones de euros.

La tómbola de predicciones de cara a los Oscar la incluyen entre las indudables favoritas del año y los teólogos de las taquillas esperan ansiosos a que llegue el domingo para contabilizar los resultados del estreno y ver si King Kong será capaz de superar al Episodio III de La guerra de las galaxias, la película que más dinero generó este año durante su primer fin de semana en pantalla.

"Si tienes éxito, tienes poder. Si no tienes éxito, tu poder se evapora. Es así de simple". Esta frase, pronunciada por Jackson en 2003, demuestra que el director, de 44 años, sabía bien a lo que se arriesgaba al enfrentarse a King Kong. El éxito comercial de la trilogía del anillo le ha permitido convertirse en uno de los contados cineastas de Hollywood que pueden presumir de mantener el control creativo sobre sus películas. Por eso sabe que si King Kong fracasa, su siguiente aventura cinematográfica podría ser mucho más dolorosa. Los ejecutivos de la industria difícilmente le volverían a ofrecer un acuerdo tan jugoso como el que firmó por King Kong: control absoluto sobre el corte final de la película, 20 millones de dólares (más de 16 millones de euros) de adelanto y el 20% de la recaudación mundial en taquilla, más el 10% de la recaudación que genere el videojuego homónimo.

Pero, a juzgar por las buenas críticas que el filme y sus protagonistas -Adrien Brody, Naomi Watts, Jack Black e incluso el gorila- han recibido en Estados Unidos, donde diarios como The New York Times la califican de "memorable" por su combinación de "dulzura y sensacionalismo", Jackson no debería tener motivos para preocuparse. Aunque en un mercado donde el público parece cada vez más dispuesto a abandonar las salas en favor del DVD, no hay certezas. Pero la impresión que transmitía el director dos semanas antes del estreno, durante su primer encuentro con la prensa internacional, era de absoluta serenidad. "La verdad es que en lo único que puedo pensar ahora es en irme de vacaciones. Y esta vez es cierto", anunciaba el director con ojeras visiblemente reales. Es lo mismo que dijo al terminar El retorno del rey, pero nunca lo cumplió. Ahora, en cambio, con su sueño de infancia hecho realidad, parece estar dispuesto a descansar. "¿Jubilarme? Yo sé que es lo que les gustaría a algunos, pero no a mí. Mi plan es relajarme y después regresar para preparar un par de proyectos pequeños. Después de King Kong necesito algo de tamaño asequible", bromeaba.

Desde que Jackson vio de niño el King Kong de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack de 1933, siempre quiso hacer un remake. La historia de la expedición capitaneada por Carl Denham que descubre a un gorila gigante en la isla de Skull y se lo lleva a Nueva York para exhibirlo, y la historia de amor imposible entre Anne Darrow (la mítica Fay Wray en la original, Naomi Watts en la nueva versión), novia de Jack Driscoll (Adrien Brody en el filme de Jackson), de la que se enamora el gorila y por cuyo amor acabará muriendo el mono sobre el Empire State, cautivaron la imaginación del cineasta. Jack Black (Denham en el filme) explicaba con absoluta devoción: "Tenemos muchísima suerte, porque su idea del cine consiste en hacer el mismo tipo de películas que a él le gustaba ver de pequeño. Por eso es un maestro del entretenimiento".

No obstante, una de las características que muchos críticos han apuntado para avalar su apoyo a King Kong es que no se trata puramente de una película en la que el entretenimiento se limite a los efectos especiales, aunque sean numerosos. Al contrario, lo que ha atrapado a los especialistas es la sinceridad de la historia de amor entre Naomi Watts y el gorila, que protagonizan momentos románticos que la revista Variety subraya como uno de "los más cautivadores del filme". The New York Times va mucho más lejos, y califica a la pareja como "una de las más improbables y conmovedoras desde que Anthony Quinn y Giulietta Massina hicieron su actuación de la bella y la bestia en La strada, de Fellini".

Jackson no niega que enternecer al público fuera uno de sus objetivos. Y es obvio que la tarea era complicada puesto que su gorila estaba concebido para ser una obra cumbre de los efectos especiales, como lo fue en su momento el primer King Kong. Pero después de la buena acogida de Gollum en la trilogía del anillo (un ser digital construido sobre la actuación del intérprete Andy Serkis), Jackson decidió que su criatura, pese a su apariencia final en pantalla de ocho metros de altura, debía nacer de la actuación de un humano. Así que volvió a llamar a Serkis. "Yo quería que Kong fuera tangible, y para eso era necesario que existiera físicamente un actor capaz de interpretar y tomar decisiones. También tenía que servir como referencia para los otros actores y para el equipo de efectos especiales, que grabó los movimientos de sus músculos faciales para reproducirlos digitalmente en la cara del gorila", explicaba Jackson. Él y su equipo se declaraban "más que satisfechos" con el resultado. No obstante, la última palabra está desde hoy en manos del público.

Naomi Watts y <b>King Kong, </b>en una imagen de la película de Peter Jackson.
Naomi Watts y King Kong, en una imagen de la película de Peter Jackson.ASSOCIATED PRESS

El rostro de 'Copito de Nieve'

Copito de Nieve, el gorila albino que durante más de tres décadas fue uno de los emblemas del zoo de Barcelona, ha tenido, gracias a Peter Jackson, el mejor homenaje posible. La obsesión del director era que el rostro de su King Kong se pareciera físicamente al gorila Copito, así que, a pesar de que su muerte en noviembre de 2003 frustró los planes del equipo de efectos especiales de viajar a Barcelona para observarlo de cerca, Jackson no renunció a su rostro. "Trabajamos con vídeos y fotografías", afirmó en Nueva York Richard Taylor, responsable de la factoría de efectos especiales Weta Workshop, de la que es copropietario junto a Jackson.

Pero una cosa son los rasgos físicos y otra su personalidad. Y para darle vida a esta criatura, el realizador decidió que, tras la máscara peluda, debía haber un actor. El elegido fue Andy Serkis, el mismo que interpretó a Gollum en la trilogía de El señor de los anillos. Y lo primero que le enseñaron cuando le ofrecieron el papel fue una foto de Copito de Nieve. "Eso me hizo entender que esta película nunca iba ser sobre un monstruo. Jackson buscaba a un mono con carácter, con emociones", aseguraba Serkis. Aun así, Copito le pareció "muy poco mono". "Vivió demasiado tiempo entre humanos, así que yo preferí observar a los gorilas del zoo de Londres y viajar a Ruanda a estudiarlos en su entorno natural. Ellos fueron mi modelo para construir físicamente la personalidad de King Kong, aunque el rostro lo pusiera Copito".

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