La delación de la 'arrepentida' Kelli White
"Según la declaración de White, en marzo de 2001", se lee en la sentencia del TAS, la instancia que Montgomery aceptó como única para tratar su caso, "durante una reunión atlética en Portugal, ella y Montgomery mantuvieron una 'pequeña conversación acerca de si la clara [THG] hacía que los gemelos se pusieran rígidos'. Montgomery preguntó a White: '¿También a tí te los deja rígidos?' White respondió que sí. [...] Según White, no había la menor duda acerca de qué sustancia él y White estaban hablando y en la que ambos coincidieron que les dejaba rígidos los gemelos: hablaban de la clara.[...] Esto es suficiente para considerarle culpable de dopaje".
Un párrafo similar,con cambios en las circustancias de tiempo y lugar, se puede leer en la sentencia que justifica la sanción a Christy Gaines.
White es Kelli White, una atleta que, según confesó años después, se sintió tan culpable después de conseguir en los 200 metros su segundo oro en el Mundial de París, que en vez de deseos de celebrar con alegría la victoria sintió ganas de llorar.
Una semana después del Mundial, cuyas medallas perdió tras dar positivo por Modafinil, un estimulante menor que dijo que utilizaba porque sufría narcolepsia, lo que era mentira, el FBI registró BALCO. "Entonces", dijo recientemente White, "decidí que para mi salud mental y por otras razones sería mejor que admitiera que había usado EPO, THG y estimulantes. Sólo así podría sentirme libre". La confesión le costó una sanción de dos años, pero en lugar de purgarlos en silencio y lamentando el infierno por el que estaba pasando, White decidió buscar su redención vital afrontándolos con espíritu misionero. Se convirtió en una luchadora contra el dopaje. "Llevo año y medio ayudando a la USADA en sus esfuerzos para limpiar el deporte", dijo. "Pienso que contando mi historia en cuantos foros pueda, sólo puedo ayudar en la lucha y dar información a aquellos que intentan limpiar el deporte".
El siguiente paso en su colaboración con la USADA fue acceder a acudir como testigo de cargo en los procesos a sus antiguos amigos y compañeros Gaines y Montgomery. Lo hizo con absoluta evoción y sinceridad.
"Hemos visto a White y hemos oído su testimonio", se lee en la sentencia del TAS, "y no dudamos de la veracidad de su declaración. Respondió a todas las preguntas, incluidas a las referidas a sus propios casos de dopaje, de una manera directa, honrada y razonable. Ni exageró ni intentó disminuir el peso de su acusación. Es una mujer evidentemente inteligente que nos ha impresionado por su candor y su manera desapasionada de testificar".
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