Tarde de detalles

Por culpa del pésimo estilo del encierro de Marco Garfias y la indecisión de los diestros, sólo fue una tarde de detalles.

Finito de Córdoba tuvo detalles pintureros: las verónicas al primero y la tanda de limpios derechazos que con señorío le trazó al cuarto. Con este manso, en su capoteo hubo exceso de precauciones pero en su trasteo se asentó y con reposo lo muleteó. En el saludo al brusco primero -a la usanza española-, el de Sabadell le bajó las manos y se recreó al veroniquear. Pero con la pañosa no pudo domeñar la fiera embestida del adversario.

Humberto Flores mostró en detalles su clase con el percal. Con decisión y gusto lanceó al segundo, colocándolo por rítmicas chicuelinas andantes que abrochó con el manguerazo de Villalta. Por lo violento y rápido del incómodo recorrido del animal, su muleteo fue acelerado y se embarullaba. De rodillas, el de Ocotlan recibió al rajado quinto con larga cambiada. La mansedumbre de la bestia y el poco oficio, pues sólo ha toreado cinco corridas este año, no le permitió dar ningún pase con decoro.

El Fandi tuvo detalles de valor por su peculiar y vistoso estilo de banderillear. Con el alegre tercero emocionó a la concurrencia al colocar los palos al estilo moviola. En el sexto, el de Granada con los rehiletes fue todo un espectáculo.

Ante el que abrió plaza el rejoneador Rodrigo Santos dejó que a sus caballos los alcanzaran los derrotes del bravo enemigo. Lo único aceptable fueron los giros en la cara del burel y el rejón de muerte.