Pamplona sin Hemingway

Como aquel restaurante madrileño que se precia en una placa de no haber nutrido al escritor estadounidense, la capital navarra busca también desprenderse de tópicos. La otra Pamplona ofrece lugares no comunes, lejos del peregrinaje y los encierros.

"Complicada", según el escritor Miguel Sánchez-Ostiz; "paisajística", para el pintor Pedro Salaberri; "diferente", si se le pregunta al cineasta Montxo Armendáriz, y "contrastrada", en palabras de la soprano María Bayo. Así tildan a esta ciudad quienes han habitado en ella. He aquí nueve ejemplos de lo más cosmopolita.

1 Art'té Gallery

Una tetería donde probar 80 variedades de té; un auditorio, Baluarte, de refinada arquitectura; un nuevo hotel de precios asequibles y un creativo restaurante con una estrella en la guía Michelin.

La única barra del casco antiguo que no sirve alcohol, la única que ofrece un "amanecer africano" y de las pocas con música suave... es decir, una tetería. Abierta hace un año, dispone de 80 variedades de té, un salón chill-out de ambiente árabe y luz tenue que se puede incluso llevar a casa. Las lámparas de aplique, forja y cristal artesanal se venden por 40 euros.

- Calle de Mañueta, 22.

2 Baluarte

Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra. Edificio de granito negro de Zimbabue, erigido sobre los restos de una de las cinco puntas de la Ciudadela, fortaleza del siglo XVI situada al lado. Proyectado con exquisitez de materiales y concepto por el arquitecto navarro Patxi Mangado. Dentro, la ingeniería acústica, una de las partidas más mimadas del presupuesto, es obra de Higini Arau, en salas revestidas de haya, el árbol foral por excelencia. Krystian Zimerman, uno de los mejores pianistas, acostumbrado a suspender conciertos si las condiciones no le resultan óptimas, anotó tras su recital en el libro de honor esta palabra: "Sensational".

- Plaza del Baluarte. Información: 948 066 066; www.baluarte.com.

3 El Otro

Un bar que es un largo cubo todo revestido de mil barras de aluminio anodizado en cobre. La otra barra, la de verdad, es una sencilla encimera blanca que suaviza la frontera entre cliente y camarero. Abierto en abril de 2004, resulta ideal para ir de copas tranquilas. Un bar que hay que ver. Y probar. Imprescindible llegar hasta el baño. Al fondo, de frente. Desde dentro se sigue viendo la barra. Desde fuera no nos ven.

- Paulino Caballero, 52.

4 Dodo Club

Bar-restaurante de pladur, bambú y acero con luces móviles que imitan tanto el alba como el ocaso. Amanece con desayunos a dos euros: un pincho, como las fantasías de pluma de cisne con langostino, y un café, entre 18 variedades. Al mediodía se convierte en comedor con menús de 12 y 18 euros. El de degustación vale 38 euros e incluye bacalao al ajo tostado y gorrín confitado a 60º centígrados. Ya de tarde se transforma en taberna con acceso a Internet gratis por conexión wi-fi, y por la noche ofrece un cenador oriental de cocina vista más lounge-bar con sesiones diarias de dj's. "Ambiente hipnótico y magnético", se ofrece en su tarjeta. "Orgasmo", en su lista de cócteles.

- San Roque, 7. Información: 948 19 89 89; www.dodoclubs.com.

5 Hotel Castillo de Javier

Que pequeño es sinónimo de acogedor se demuestra en este nuevo hotel de 19 habitaciones en pleno casco antiguo. Un cuadro basta para decorar cada habitación, y un pequeño revestimiento de piedras cultivadas a la entrada es suficiente para una bienvenida rural. Sencillez también en el precio: dobles a 60 euros.

- Calle de San Nicolás, 50-52. 948 20 30 40.

6 Otto y Lola

"Hábitat cultural", dice su tarjeta. Mitad tienda, mitad galería de arte, todo en una nave de un polígono cercano. Especializada en productos difíciles de hallar: cámaras lomográficas, mesas robóticas, sillas huevo o kleenex con aspecto de dólares. La otra mitad se dedica al arte: expone y vende cuadros, proyecta cortos, da conciertos. Todo bajo la mirada cándida de Otto y Lola, la pareja de perros basset de uno de los dueños, logo y nombre del espacio.

- Polígono Mutilva Baja C/B. Nº 17. Información: 948 07 31 55; www.ottoylola.com.

7 Rodero

Una estrella en la Guía Michelin. Sólo otros dos restauradores tienen una en Navarra. El chef de este local pamplonica, Koldo Rodero, dice que la comida de la provincia es "una bella durmiente". Sus platos hacen las veces de despertadores punzantes. Por ejemplo, la cuajada de coco y mariscos o el ciervo con gnoccis de tomillo y enebro. Ofrece dos menús especiales, de siete y ocho platos, a precios gastronómicos, es decir, se come muy bien por unos 65 euros (los menús cuestan 48,50 y 59 euros, respectivamente).

- Calle de Emilio Arrieta, 3. Información: 948 22 80 35; www.restauranterodero.com.

8 Terraseda

Ofrecen poductos de compra directa en China. Sutilezas como papel de morera, pantalones de seda o teteras de gres. También objetos más macizos, como budas de piedra o muebles traídos del norte del país: arcas de chopo, sillas de olmo, bufés de nogal.

- Calle de la Navarrería, 20. Información: 948 22 60 36; www.terraseda.com.

9 Museo Oteiza

Casa-museo dedicada al escultor guipuzcoano Jorge Oteiza, situada en Alzuza, fuera de la ciudad. La colección permite seguir la trayectoria completa del artista, desde los ensayos en porcelana hasta las construcciones vacías, pasando por su laboratorio de tizas. Al lado, la casa taller que fue su vivienda durante dos décadas. Todo integrado en un edificio proyectado por Francisco Javier Sáenz de Oiza, un cubo de hormigón rojizo. Junto a la iglesia del pueblo están las tumbas del artista y la de su mujer, bajo dos cruces unidas en sólo tres piezas, su última obra.

- Calle de la Cuesta, 7. Alzuza. Información: 948 33 20 74; www.museooteiza.org.