Sharon Shannon celebra con un disco 15 años de música irlandesa
La acordeonista irlandesa Sharon Shannon ha querido celebrar con un doble álbum antológico sus primeros 15 años de carrera, que la han catapultado como uno de los intérpretes más influyentes que ha dado la música tradicional para este instrumento. Collection 1990-2005 repasa ahora en 29 piezas los cinco discos de estudio que ha grabado la de Galway, un par de canciones inéditas y colaboraciones con músicos en apariencia alejados de la causa celta, como Jackson Browne, John Prine y Steve Earle. "Adoro experimentar, pero sigo comprometida en mi matrimonio con la música irlandesa", proclama Shannon.
En su casa sonaba música folclórica a todas horas -su hermana Mary es ahora su mandolinista inseparable- y ella aprendió a tocar el whistle, la pequeña flauta metálica irlandesa, antes que a leer y escribir. "Con ocho años ya participé en competiciones de flauta. Luego, con 13, tocaba el acordeón en largas giras por los pubs de toda Gran Bretaña, y lo mismo en Estados Unidos un año más tarde. Sí, supongo que el mío ha sido un maridaje intenso", recapitula.
Su primer disco, Sharon Shannon (1991), permanece como una de las obras más vendidas en toda la historia de la música celta. La acompañaron para la ocasión Mike Scott y el resto de los Waterboys, con los que pasó más de un año en la carretera; y otras luminarias como Adam Clayton (el bajista de U2), Donal Lunny o Trevor Hutchinson. Allí se forjó ya el sonido de esta mujer: comprometido con la tradición, pero abierto a otras influencias.
Un punto juvenil
"Me dejé llevar por ese punto loco y juvenil que todos hemos sentido alguna vez a los 21 años", confiesa. "Desde entonces, siempre he creído legítimo innovar en lugar de acomodarme. Reivindico los instrumentos no característicos, como las guitarras eléctricas, órganos Hammond o saxofones, y los hermanamientos del sonido celta con el reggae, Portugal o el tango de Piazzolla. Respeto mucho la pureza y puedo hacer música muy pura, pero eso lo dejo para cuando estoy tocando sola en casa...". Admite que la vitalidad que irradian sus grabaciones es fruto de una existencia razonablemente feliz. "No me gusta ese arquetipo del artista atormentado", exclama. "Yo vivo muy a gusto en Galway, un lugar donde cada noche se toca música por toneladas. Intento disfrutar de cada minuto, tengo tres perros, un gato y un novio encantador. Si estuviera deprimida, creo que no podría tocar una sola nota".
Por lo pronto, tras la recapitulación que supone este doble Collection 1990-2005, la intérprete de Blackbird o The mighty sparrow se propone reanudar su "trayectoria aventurera" con un álbum enteramente instrumental junto a tres músicos de mucho ascendente en las islas: Frankie Gavin (ex violinista de De Danaan), el flautista Michael McGoldrick y el guitarrista Jim Murray, la más refulgente sensación del nuevo folclor británico.
Babelia
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