Los hinchas del Inter vuelven a corear gritos contra Zoro en la 'jornada contra el racismo'

Los hinchas más radicales del Inter de Milán, a quienes ayer algunos medios italianos calificaba de "imbéciles", volvieron a corear gritos racistas en contra del futbolista marfileño del Messina, Marco Andre Zoro, pero en esta ocasión en el terreno del Parma, en partido correspondiente a los octavos de final de la Copa de Italia, en el que venció el Inter (0-1).

La actuación de esos aficionados interistas se produjo además en una jornada especial, aquélla en la que todos los partidos empezaron con cinco minutos de retraso, una iniciativa de la Federación Italiana como protesta contra los actos racistas. Esta decisión se repetirá en todos los campos italianos este fin de semana en los partidos de la Liga, en los que, además, los jugadores de todos los equipos portarán el lema No al racismo.

Zoro no era ayer rival del Inter, pero ello no evitó que los ultras cargaran contra él. Todo empezó el pasado domingo, cuando en el partido ante el Messina, los gritos racistas empujaron a Zoro a tomar una medida sin precedentes: intentar detener el partido. El marfileño, harto de los coros insultantes, cogió la pelota y se dirigió al cuarto árbitro con el propósito de que suspendiera el choque. Algunos jugadores del Inter, como Adriano o Martins, lograron convencerle para seguir jugando.

En un nuevo intento de tomar medidas contra los brotes racistas, la UEFA anunció que ha destinado casi dos millones de euros para colaborar en los programas contra el racismo de sus 52 asociaciones nacionales, cantidad que proviene de las multas que la federación europea impone a clubes y jugadores por comportamiento antideportivo en sus competiciones. Un día después de que miembros del Parlamento Europeo presentaran una declaración escrita en la que reclaman medidas contundentes contra el racismo, incluida la suspensión de partidos o la expulsión de las competiciones de los clubes reincidentes, la UEFA dio "la bienvenida" a este texto.

"A fecha de hoy, existe un debate vivo dentro de la UEFA sobre la mejor forma de encarar el problema. El documento aprobado supone un nuevo empuje al mismo y la UEFA toma nota de ella para ponerla en práctica", afirmó ayer el máximo organismo del fútbol continental en su página de Internet.

Diputados de los principales grupos del Parlamento Europeo elaboraron esa declaración, que esperan ver suscrita por la mayor parte de los 731 miembros de la Eurocámara. La UEFA cree que "las sanciones no son suficientes y que hay que hacer todo lo posible para prevenir un problema que no puede erradicar ninguna organización en solitario".